Restaurante Portugal II, justo a la salida de Almaraz. Es viernes por la noche y comienzan a llegar los autobuses que traen a los mejores atletas extremeños desde los más variopintos puntos de la comunidad. Tania Carretero, angelical y triunfante rostro del deporte regional, no para de sonreír. Es un ejemplo más del espíritu optimista de los verdaderos protagonistas de la velada, pese a que algunas de las estrellas no estuvieran presentes por diversas competiciones de fin de semana.

Históricos jueces, de ésos que siguen disfrutando del atletismo pese a que tengan maratonianas jornadas de trabajo por sólo 30 euros, están en la cocina de la organización. Cómo no. Ellos siempre colaboran. Y es que se celebra la gala anual del atletismo extremeño. Se apuran los últimos detalles.

Los maestros de ceremonia son el secretario general federativo, Pedro Talavera; y el alma máter y mucho más del atletismo del Campo Arañuelo, Víctor Luengo, nervioso él también por la puesta de largo ayer mismo del nuevo circuito de Almaraz.

Hay muchos premios. Lógico. Es que el atletismo extremeño lo gana todo últimamente. La noche avanza y hay reconocimientos a las instituciones. También se premia con enorme cariño a personas como Gabriel María Solano, excoordinador de los Juegos Extremeños, que no ha podido asistir por una inoportuna indisposición; Manuel Aunión, primer presidente de la federación y José María Ortiz, jefe de Deportes de EL PERIODICO EXTREMADURA.

Los protagonistas, en cualquier caso, siguen siendo los atletas. Al filo de la medianoche, con sus reconocimientos, orgullosos, emprenden el camino de vuelta. Ha terminado la gala. Ha concluido el autohomenaje. El presidente federativo, Paco Carrapiso, ya piensa en más medallas.