El fútbol extremeño ha llegado al final de la temporada con los banquillos muy revueltos. Y no precisamente por los habituales fichajes, cambios o destituciones. La nueva normativa que obliga a los clubs de Tercera a tener técnicos con titulación nacional (nivel III) choca con las intenciones de numerosos equipos que tienen entrenadores con titulación regional (nivel II) y que no parecen dispuestos a renunciar a ellos.

La semana pasada se reunían los entrenadores extremeños en la sede del colegio. El presidente, Antonio Retamosa, anunció que no se tramitarán fichas de entrenadores con Nivel II para dirigir a clubs de Tercera y pese a que esto no cayó por sorpresa sí provocó movilizaciones. De una parte, los clubs afectados se van a unir. Especialmente los que no cambian de entrenador y que cuentan con técnicos con Nivel II.

Pendientes

Por iniciativa del Valdelacalzada se van a citar en breve para buscar unidos una solución. Sobre todo reclaman que siga vigente la moratoria que habilita la validez de las fichas de los entrenadores que sean renovados por sus equipos. Este es el caso de Aitor Bidaurrázaga (Ciudad de Plasencia), Carlos Sánchez (Moralo), Demetrio Gómez (Valdelacalzada) y Francisco Gómez Pacomio (Imperio). Estos cuatro técnicos se unirán para presentar una reclamación conjunta por vía judicial que paralice cualquier inhabilitación de sus fichas.

El asunto no es sencillo de resolver sobre todo hasta que la Federación Extremeña de fútbol aclare cuál es exactamente la aplicación de la normativa vigente en nuestro fútbol. De una parte es lícita la defensa que el Colegio de Entrenadores hace de los técnicos con Nivel III pero a la vez esta defensa choca frontalmente con los intereses de los técnicos con Nivel II que no encuentran ayuda en su propio colegio. Hay contrasentidos como la posibilidad de que un equipo ascendido pueda tener entrenador regional y otro que se ha mantenido en Tercera no pueda seguir con su técnico con este mismo nivel. La falta de convocatorias en la región de cursos para subir de nivel es también parte del problema. Además, no existe escuela de entrenadores homologada.

Aparecen implicados en esta polémica casi la mitad de los equipos del grupo extremeño. No parece un asunto menor.