RUBIN KAZAN - 0: Ryzhikov; Salukvadze, César Navas, Sharonov, Ansaldi; Noboa, Semak; Ryazantsev, Kaleshin, Karadeniz (Bukharov, m.62); y Domínguez.

BARCELONA - 0: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Touré, Xavi, Keita (Henry, m.83); Messi, Iniesta e Ibrahimovic.

ARBITRO: Konrad Plautz (Austria). Mostró cartulina amarilla a Semak, Puyol y a Ryzhikov.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo F de la primera fase de la Liga de Campeones. En la ciudad rusa de Kazan se registró un intenso frío.

El Barcelona no tuvo suficientes argumentos futbolísticos para sumar una victoria ante el Rubin Kazan ruso, a pesar del incesante dominio que ejerció durante buen parte del partido, y sumó un empate sin goles que no le aclara definitivamente su pase a la siguiente ronda.

Los de Guardiola tuvieron las mejores ocasiones para decantar el partido a su favor, especialmente en un remate de Ibrahimovic que repelió el poste en el minuto 3, pero cedieron en los últimos minutos ante el empuje del equipo tártaro, bien plantado en el campo y con un buen tono físico.

Un rival parapetado en torno a su portería, una temperatura ambiental bajo cero, hierba demasiada alta y un equipo muy rocoso en frente. Todo fueron inconvenientes para el Barça desde el principio, incluso el remate al palo de Ibrahimovic, tras una buena asistencia de Iniesta.

DEFENSIVO RUBIN Guardiola alineó a su mejor equipo. Puso a Alves de inicio y a Puyol junto a Márquez en el eje central, una discutida posición tras el fallo del mexicano en Pamplona, pero el problema del Barcelona no estaba en la retaguardia, sino en la creación.

La densidad de futbolistas fue el principal argumento ofrecido por Kurban Berdiev. El técnico del rosario copió su táctica del Camp Nou, consciente de que era imposible imitarla, visto el enorme beneficio obtenido, y al final su equipo rascó otro punto, cuatro en los dos partidos jugados ante el todopoderoso Barça.

El cerrazón defensivo, la velocidad de Karadeniz y la calidad de El Chori Domínguez fue lo único que opuso el Rubin en el primer tiempo, que llegó una vez a la meta de Valdés y estuvo a punto de marcar tras un remate de Ryazantsev.

El peso del juego fue exclusivo para el Barça. Dominó el partido y a falta de explotar las virtudes de sus jugadores por banda, Guardiola buscó soluciones ofreciendo a Ibrahimovic como referencia en la punta de ataque.

El músculo de Touré y de Keita ofreció múltiples recuperaciones, aunque a Xavi, Iniesta y Messi les faltaban un punto de precisión para redondear la faena.

Messi, muy activo, aunque poco afortunado en la punta de ataque, tuvo cerca el gol con un remate junto al palo izquierdo de la meta rusa. Ryzhikov también estuvo afortunado en una jugada ensayada de falta que salvó ante Iniesta (m.40) o en un remate de Ibrahimovic, que cerró el primer tiempo.

Metió el campeón de Europa al Rubin Kazan en su área desde el primer minuto de la reanudación, pero con el mismo resultado. Alternó la posición de sus puntas, buscó entrar por las bandas, Ibrahimovic salió de su posición para abrir espacios, pero los azulgrana seguían sin derretir el hielo, aburridos por la telaraña rusa.

Ahora el Barça, con cinco puntos después de cuatro partidos, debe estar atento para cerrar su clasificación. En la próxima jornada recibe la visita del Inter y cerrará la primera fase en Kiev.