El América de México resolvió su debut en el Mundial de Clubes con una victoria muy trabajada ante el Jeonbuk Hyundai Motors surcoreano (1-0) y consiguió el preciado billete para enfrentarse al FC Barcelona en las semifinales del torneo.

El defensa Ricardo Rojas fue el héroe del partido al apuntarse el único gol del encuentro, con una aparición providencial en el área pequeña de la formación asiática.

El conjunto que dirige Luis Fernando Tena pudo de esta forma suavizar ese sabor amargo que aún arrastra por su eliminación en las semifinales del torneo Apertura mexicano y al mismo tiempo ponerse a soñar con cotas más altas.

Bajo la atenta mirada del técnico azulgrana, Frank Rijkaard, sentado en la grada del estadio nipón, el América demostró que sabe desenredar partidos espesos con mucha paciencia.

Dos ritmos de juego diferente se enfrentaron en el vetusto Estadio Nacional de Tokio, la pausa y el control latinoamericanos contra la impaciencia y el frenesí surcoreanos. Las Aguilas no tardaron en tomar el mando del partido, durmiendo el balón en el centro del campo, con la esperanza de conectar con alguna de las veloces arrancadas de Claudio López, principal estrella de los mejicanos.