ESPANYOL: Kameni; Chica (Amat, min.64), Forlín, Víctor Ruiz, Dídac (David García, min.81), Baena, Javi Márquez, Luis García (Dátolo, min.62), Verdú, Callejón y Osvaldo.

BARCELONA: Valdés, Alvés, Piqué, Puyol, Abidal, Sergio Busquets (Mascherano, min.79), Xavi, Iniesta (Keita, min.86), Pedro (Bojan, min.87), Messi y Villa.

GOLES: 0-1: Pedro, min.19. 0-2: Xavi, min.30. 0-3: Pedro, min.60. 1-3: Osvaldo, min.63. 1-4: Villa: min.75. 1-5: Villa, min.84

ARBITRO: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Amonestó a Busquets, Baena, Osvaldo, Javi Márquez, Piqué, Víctor Ruiz y Alves.

Nunca había marcado cinco goles en casa del máximo rival ciudadano, pero este equipo es el coleccionista de récords y anoche finiquitó el derbi que, a priori, se presentaba como el más igualado de los últimos años, con otra manita made in Barça , y pudo caer alguno más.

A partir de anoche, este Espanyol de Champions también sabe cómo las gasta esta temporada el equipo de Pep Guardiola. Diez minutos le duraron las ganas de jugarle de tú a tú, el tiempo que los azulgranas tardaron en montar la primera contra, que inexplicablemente no acabó en gol pese a que Alves y Messi se plantaron solos delante de Kameni.

El punta argentino, con el meta blanquiazul prácticamente batido, envió el balón a las nubes, pero metió el miedo en el cuerpo al Espanyol, que comprobó que buscar el intercambio de golpes con este Barça, te condena tarde o temprano a acabar en la lona.

Pochettino buscó ahogar desde el inicio el centro del campo rival, con Verdú ayudando a Baena y Javi Márquez en la recuperación, iniciando la presión muy arriba, con un Osvaldo que iba a todas y acumulando mucha gente en la zona ancha. Pero eso le obligó a desnudar las bandas.

Guardiola aprovechó esta circunstancia para retrasar la posición de Busquets como tercer central y adelantar a Alves y Abidal. El resultado fue un ataque despiadado por las alas, una perfecta gestión de los espacios en terreno blanquiazul, que puso en jaque a los locales con varias transiciones rápidas.

EFICACES CONTRAGOLPES Dos de ellas, un contragolpe lanzado por un incombustible Messi y finalizado por Pedro y un doble remate de Xavi, acabaron en gol. A la media hora, el Barça ya ganaba 0-2 y había congelado el estadio de Cornellà.

Con su fútbol de seda, los de Guardiola habían amansado a la fiera, que a estas alturas del choque ya había razonado que lo mejor para mantenerse en pie era aparcar su ímpetu inicial y buscar un fútbol más racional.

El Barça fue aun más reconocible tras la reanudación. Empezó a lucir su fútbol de combinación y toque para encerrar al Espanyol en su propia área. Iniesta puso a prueba a Kameni y Pedro --enorme partido el suyo-- falló un para de ocasiones de gol antes y después de aprovechar un rechace del meta camerunés a tiro de Messi para hacer el 0-3.

Parecía que los azulgranas podrían destrozar al eterno rival ciudadano en su propio estadio, que el Espanyol correría la misma suerte que el Real Madrid, el Almería o la Real Sociedad. Pero entonces apareció Osvaldo para culminar un rapidísimo contragolpe y marcar el gol de la honra. Después Villa por partida doble redondeo la noche culé.