El Cairo. Antes de jugar el amistoso de anoche ante el Al-Alhy, los jugadores del Barcelona vieron ayer con sus propios ojos la única maravilla de la Antigüedad que desafía el paso del tiempo, para cumplir así con el principio de que si no se ha estado en las Pirámides, no se ha estado en Egipto. Sin embargo, la plantilla azulgrana se tuvo que conformar con ver Keops, Kefrén y Micerino desde una de las explanadas cercanas a las Pirámides y durante poco más de cinco minutos. Rodeados por un fuerte cordón de seguridad que apenas les permitía moverse, los chicos de Rijkaard han tenido que captar de refilón la grandeza del tesoro arqueológico.