El mejor Barça de todos los tiempos echó ayer a andar de nuevo bajo la lluvia. Una fina cortina de agua recibió a los hexacampeones en la ciudad deportiva Joan Gamper, donde Pep Guardiola reunió a los jugadores para empezar a olvidar un 2009 inolvidable y preparar el 2010, que se presenta lleno de nuevos retos y con un enero muy complicado. No estaban todos los azulgranas sobre la cuidada alfombra verde de la ciudad deportiva. Faltaban Messi y Márquez, ambos con permiso para regresar el próximo sábado de las vacaciones. La misma autorización de que gozaban Alves, Milito y Maxwell, pero los tres se presentaron voluntariamente para estar en la primera sesión preparatoria cara al partido del sábado (20.00 horas) en el Camp Nou frente al siempre complicado Villarreal, especialista en amargar las fiestas a los azulgranas.

Si bien no se descarta que Messi y Márquez puedan volver anticipadamente, parece poco probable que la estrella argentina juegue ante el conjunto castellonense. El jugador acabó con el tobillo maltrecho la final de Abu Dabi y puede que Guardiola piense más en él para el partido de ida de los octavos de final de Copa (el día 5 en el Camp Nou) ante el Sevilla.

BUENA EVOLUCION DE INIESTA Quien ha tenido una evolución mejor de la esperada es Andrés Iniesta, a quien ayer se le vio correr. La lesión que sufrió en el muslo izquierdo ante el Atlante en Abu Dabi "ha evolucionado satisfactoriamente", destacaba el parte médico del club, por lo que su progresión en los próximos días marcará su disponibilidad de cara al duelo liguero, el primero de los siete partidos que esperan al Barça en este inicio del 2010, una cifra que se puede incrementar en dos más si los azulgranas logran eliminar al Sevilla en la Copa. En ese caso, se medirían también al vencedor de la eliminatoria entre el Deportivo y el Valencia.

Ante semejante vorágine de partidos, y sin ningún refuerzo previsto en el mercado de invierno, salvo que haya alguna sorpresa, el técnico echó ayer mano de cuatro jugadores del filial: Jonathan dos Santos, Gai Assulin, Thiago y Víctor Vázquez, la nueva savia de la inagotable cantera azulgrana. Quienes tampoco estaban eran Touré Yaya y Keita.