El secretario técnico del Barcelona, Txiki Begiristain, y el entrenador, Frank Rijkaard, dieron por cerrada la polémica generada por las declaraciones de Samuel Eto´o tras mantener una reunión de una hora en el Camp Nou en la que se decidió que el camerunés no será sancionado, a petición expresa del técnico.

Ambos comparecieron para ofrecer su versión, intentaron dar por concluida la crisis y extrajeron una lectura positiva: Rijkaard aseguró que la polémica tendrá una reacción "positiva en el grupo, que empezará a trabajar con más energía".

El entrenador alabó la gestión que la plantilla ha hecho del caso, mientras que Begiristain insistió en que Rijkaard tiene todo el poder dentro del vestuario y que Eto´o no será sancionado.

El entrenador holandés aseguró, además, que su relación con el camerunés "no cambiará. El tema se ha solucionado rápida y abiertamente, y el único deseo de los jugadores es seguir trabajando juntos", expresó.

Begiristain destacó la satisfacción de los responsables deportivos porque la cuestión se haya aclarado "gracias a la autogestión de la plantilla".

Entendimiento "Las reuniones que ha habido en el vestuario nos tranquilizan y nos hacen pensar que ya hay un punto final de este tema: el equipo está más unido que nunca de cara a los próximos partidos", expresó Begiristain. Para el responsable deportivo del Bar§a, el origen del problema ha radicado en una "ausencia de diálogo" entre los protagonistas y subrayó su deseo de que "esto no vuelva a pasar". También pidió Begiristain entender la "situación personal de Samuel, su larga lesión y sus ganas de estar" con el equipo.

No ocultó Begiristain que hacer público el enfrentamiento "ha sido un error", sin culpar explícitamente a ninguna de las partes. "No he hablado con Eto´o, pero estoy al corriente de todo y aplaudo la manera de resolverlo y la rapidez con la que se ha hecho", agregó.