Ferviente y leal afición. No se puede decir otra cosa de los seguidores que tiene Alberto Contador en el pueblo extremeño de Barcarrota. Nada más terminar la entrega de premios en el podio del Tour de Francia, los aficionados que seguían la última etapa de la ronda gala, en sus casas y los bares de Barcarrota, han salido a la calle haciendo frente a un sol de justicia para celebrar la victoria del ´sufrido´ capitán del Astana.

Pero ustedes se preguntarán en qué se diferencia esta fiesta de otras celebraciones espontáneas, y por qué los barcarroteños se toman tan en serio el segundo Tour del ciclista de Pinto. Pues bien, si les digo que la primera bicicleta profesional que tuvo Contador fue un regalo de su tío, Abelardo Contador, que reside en esta localidad pacense, quizá despeje algo sus dudas. Y si, además, añado que los padres del bicampeón son asiduos de Barcarrota, y que el deportista tiene a gran parte de su familia allí, seguro que empiezan a entender porque este pueblo pacense vive tan fervorosamente los logros del pinteño. No en balde. el ayuntamiento nombró, hace dos años, a Contador hijo adoptivo de la localidad.

Una vez situados, comprenderán mejor a los más de cien seguidores que ayer festejaron el primer puesto del corredor en el podio de los Campos Elíseos. Los aficionados tomaron el pueblo con sus pancartas de apoyo al ciclista y con el sonido del claxon de sus coches que se escuchó durante buena parte de la tarde de ayer.

Por su parte, el consistorio de Barcarrota --que mandó ayer un mensaje felicitando a Contador por su victoria-- ha organizado para hoy un homenaje en forma de salida ciclista que llevarán a cabo los niños de la localidad. Asimismo, el concejal de deportes, José María Zafra, ha expresado su anhelo de que Contador pueda visitar el pueblo para poder expresar directamente el reconocimiento de sus habitantes hacia la labor del deportista.