Barcarrota, de donde Alberto Contador es hijo adoptivo, vivió con "nervios" y "dudas" la contrarreloj de ayer en el Tour, en la que el corredor de Pinto se aseguró su tercera ronda gala. En la localidad madrileña también se siguió con la misma expectación la sufrida etapa del ciclista.

Al menos así lo reconoció su tío Abelardo Contador, que regaló al corredor del Astana su primera bicicleta profesional.

Abelardo, que estaba convencido de que su sobrino iba a ir a más, se quedó "frío" en los primeros compases de la etapa porque pensaba que éste había preparado mejor la contrarreloj.

A su juicio, salió "confiado" y, como les ocurre algunas veces a los equipos grandes de fútbol cuando se enfrentan a los modestos, creyó que iba a "ganar fácil", por lo que espera que aprenda esta lección.

"La gente estaba con el corazón en un puño", según Abelardo, que reconoció que él mismo, que fue ciclista aficionado durante seis años, pensó que le iba a sacar dos minutos a su máximo rival, el luxemburgués Andy Schleck.

Barcarrota,celebrará hoy la victoria "por todo lo alto", según Abelardo, que indicó que seguirán la etapa en una pantalla gigante.