Jonathan Barceló, alero del Plasencia Galco, no entrenó ayer en el pabellón placentino ni por la mañana ni por la tarde. Pronto puede hacerlo en el Pazo Paco Paz de Ourense, de la LEB-2, club en el que puede recalar de la mano de Dani García, extécnico del club extremeño de la LEB. El entrenador ha reclamado su contratación tras las lesiones de dos de sus hombres importantes: Bravo y Sonny Vázquez.

Barceló, que casi no cuenta para Iván Déniz en el Plasencia, tiene además problemas en su aún club. La marcha del escolta puede llevar aparejada la llegada de un jugador canario, previsiblemente del Tenerife, anterior club de Déniz.

En el Plasencia guardaron cautela hasta anoche. El presidente, Antonio Martín Oncina, confirmó a este diario que Barceló estaba apartado, según los informes técnicos, por su negativa actitud, pero que oficialmente sigue perteneciendo al equipo.

El caso Barceló es uno más dentro de una temporada especialmente convulsa en el club, en el que además de las lesiones, se han producido continuos sobresaltos . Y, mientras, el equipo jugándose el descenso. El próximo fin de semana, desplazamiento a Lleida, sin Barceló.