BARCELONA 1: Valdés; Zambrotta, Thuram, Puyol, Sylvinho; Touré (Edmilson, min 67), Xavi (Gudjohnsen, min. 81), Deco; Messi (Henry, min. 38), Ronaldinho y Eto´o.

CELTIC DE GLASGOW 0: Boruc; Wilson, Caldwell, McManus, Naylor; Nakamura, Brown, Hartley (McDonald, min. 79), Donati (Sno, min. 45), McGeady y Vennegoor of Hesselink (Samaras, min. 56).

GOL: 1-0, min. 3: Xavi.

ARBITRO: Pieter Vink (HOL). Amonestó con cartulina amarilla a Brown (min. 88).

INCIDENCIAS: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, con la presencia de 7.000 seguidores escoceses.

Convertido en un trámite gracias al resultado de la ida (2-3), el Barcelona despachó el partido de vuelta de los octavos de final frente al Celtic de Glasgow con una facilidad impropia de la jerarquía del torneo, en un encuentro eclipsado por la lesión muscular de Leo Messi a la media hora de juego.

Aunque la tarde anunciaba fiesta y goleada, la hinchada azulgrana cerró la noche con un regusto amargo. Un gol solitario, poco fútbol y Messi lesionado; triste bagaje de una noche europea en la que la clasificación para los cuartos de final se daba por contada.

Ayudó a dibujar un ecosistema tan desapacible el Celtic, un equipo coloreado por la fanfarria de sus seguidores, pero no por el don del buen fútbol. En el Camp Nou fue un equipo plano, paquidérmico con la pelota, incapaz de jugar entre líneas, más cercano al fútbol metalúrgico que al ´glamour´ de la Champions.

Obligado por las circunstancias, el Celtic dimitió demasiado pronto. El partido se abrió en el tercer minuto, cuando Xavi culminó una excelente combinación de Ronaldinho y Sylvinho por la banda izquierda. Xavi mezcló entre líneas, merodeó por el área y remató a gol como si de un ´nueve´ se tratase. Una excelente muestra de la circulación de balón, culminada por el de Terrassa, especialista en decantar partidos con sus paseos por el área rival.

El Barça, que celebró la clasificación para los cuartos de la competición a media voz y con la mirada puesta en la lesión del Lionel Messi, el delantero más en forma de la nómina de ´fantásticos´.