BARCELONA: Valdés; Puyol, Chyngrynskiy, Piqué, Abidal, Sergio Busquets (Xavi, min.61), Touré Yaya, Keita, Pedro (Messi, min.51), Henry (Iniesta, min.82) e Ibrahimovic

MALLORCA: Aouate; Josemi, Ramis, Nunes, Ayoze, Varela, Mario Suárez (Keita, min.73), Martí, Borja Valero, Tuni (Castro, min.58) y Webó (Casadesús, min.82).

GOLES: 1-0: Pedro, min.11. 1-1: Nunes, min.20. 2-1: Pedro, min.40. 3-1: Henry, min.44. 4-1: Messi (p), min.87. 4-2: Otchico, min.92.

ARBITRO: Turienzo Alvarez. Mostró tarjeta amarilla a Borja Valero, a Varela por el Mallorca y a Keita por el Barcelona.

Con un once inédito y un fútbol impersonal, el Barça acabó con una racha de dos partidos sin ganar y mantiene su liderato en la Liga.

Fue un partido absolutamente olvidable: para el Mallorca por los tres puntos perdidos, para los azulgranas, que no desplegaron precisamente su mejor juego, y para el público del Camp Nou, que además de presenciar un pobre espectáculo tuvo que soportar el frío y el viento de una noche realmente desapacible.

Gregorio Manzano había preparado con más cautela de la habitual su desplazamiento al Camp Nou, colocando a Webó como única referencia arriba y a Borja Valero más en labores de contención en el centro del campo que de segunda punta.

Lo que el entrenador del Mallorca no sabía es que Guardiola le facilitaría el trabajo sentando en el banquillo a casi todas su estrellas tres días antes de lo esperado, pues el intrascendente partido copero ante la Cultural Leonesa se disputará el martes.

En una decisión desconcertante, el técnico azulgrana prescindió de inicio de Messi, Iniesta, Xavi y Alves y alineó un centro del campo con más músculo que talento (Busquets, Touré y Keita).

SIN CHISPA La revolución de Guardiola no aportó ni más solidez ni más chispa al equipo, sino que simplemente desvirtuó el inconfundible estilo Barça. Y si el equipo no naufragó fue porque su rival tampoco dio la talla y porque, por esos misterios del fútbol, hoy sí tuvo la pegada que le faltó ante Osasuna y el Rubin Kazán.

El Barcelona no jugaba a nada cuando, a los diez minutos, Pedro recogió un pase de tacón de Ibrahimovic -el único artista al que Guardiola indultó de inicio- para batir por bajo a Aouate.

El propio Pedro remacharía, al filo del descanso, una triple ocasión en la que el mismo, Henry y Busquets se estrellaron con el cuerpo de Aouate, y Henry, que no marcaba desde el 2-6 del Bernabéu de la pasada temporada, hizo el tercero y sentenciaba apenas un minuto después.

El equipo de Guardiola disfrazó de eficiente resultadismo una mediocre primera parte, en la que el Mallorca, bien posicionado sobre el terreno de juego, aplicado en la presión y correcto en la circulación, le faltó más contundencia atrás y más ambición ofensiva para poner en verdaderos aprieto a su rival.

De hecho, los baleares llegaron a empatar la contienda (1-1) gracias a un cabezazo de Nunes a la salida de un saque de esquina, después de un mano a mano de Webó con Valdés que el meta catalán envió a córner. Sin embargo, el empuje de Martí, Borja y Suárez en el centro del campo no se tradujo en ninguna ocasión clara de gol más.

POCO JUEGO Guardiola, en un acto de contrición, sacó a Messi y Xavi justo después de la reanudación, pero el partido ya estaba demasiado feo para que los dos peloteros del Barça le cambiarán la cara. Manzano también quiso contribuir a que se viera algo más de fútbol dando entrada al ´Chori´ Castro y a Keita.

Demasiado tarde. El partido había entrado en una dinámica anodina que sólo rompió algún detalle de Ibrahimovic que para el infortunio culé además acabó lesionado en la jugada en la que forzó el penalti que transformaría Messi en el 4-1.

Con el encuentro ya totalmente sentenciado, el Mallorca dispuso de dos ocasiones, las dos únicas de toda la segunda parte. La de Casadesús se topó con Valdés. Keita, en cambio, no perdonó en el tiempo añadido, cuando aprovechó un despiste de la defensa azulgrana para maquillar el resultado.