Una semana para afinar la preparación. Se avecina no solo el primer examen serio, sino el primer título. Barça y Madrid se reencuentran para inaugurar la competición oficial después de la crispada sesión de clásicos que dirimieron la pasada temporada. Quedó suficientemente claro hace unos meses quién era el mejor, pero el fútbol es una evaluación continúa y a partir del domingo todo andará en discusión.

En realidad, las cábalas ya han comenzado. La pretemporada de ambos equipos están siendo dispares. Mientras que el Madrid ha ganado todo, el Barça acumula dos victorias, dos empates y derrotas (Manchester United y Chivas), lo que ha levantado las dudas de Guardiola.

PRETEMPORADA PERFECTA/ En contraste, al Madrid no le cuesta nada calificar de "perfecta" la pretemporada realizada. Siete victorias en siete partidos, con casi cuatro tantos de promedio, llevan a los medios oficiales blancos --también a los oficiosos-- a asegurar que el Madrid no se achicará en el primer envite.

Los blancos empezaron antes a entrenar y los azulgranas no han podido tener una mínima continuidad para practicar con el once habitual, entre los suramericanos ausentes por vacaciones y las lesiones. No estará Puyol, y Piqué y Xavi se incorporaron más tarde al grupo. Ninguno de los dos ha disputado más de 45 minutos ni ha jugado más de dos partidos.

El partido del Bernabéu se presenta como una oportunidad ideal para comprobar si el Madrid va tan fino como parece y, sobre todo, si es capaz de quitarse de encima la losa que supuso no poder estar a la altura del Barça en las competiciones más importantes la temporada pasada.

CONFIANZA "Conociendo a mis jugadores, competiremos bien", sostuvo Guardiola al cerrar la gira por EEUU. Su confianza en la plantilla permanece inquebrantable pese a que la mayoría de sus pupilos carece de un fondo físico que le permita aguantar un duelo intenso como el del Bernabéu. "No estamos al máximo nivel, como tampoco lo estuvimos el año pasado", adelanta Guardiola. "Donde no lleguen las piernas, tiene que llegar la cabeza", dijo el técnico. Un consejo y, a la vez, una exigencia.

Con un Madrid pletórico, Mourinho tendrá que demostrar la misma fe que Guardiola tiene en los suyos sin obcecarse en desactivar al rival. Fue lo que hizo el último curso: convertir al Madrid en un equipo menor. Ahora no tendrá excusas. De entrada, asume que el Bernabéu no aceptará que el Madrid salga al campo sin delantero centro.

Nadie entendería que Benzema, máximo goleador de la pretemporada con ocho tantos, se quedase en el banquillo. El jugador francés, menos que nadie. "Hemos hecho un gran trabajo y me encuentro preparado y con mucha confianza. Espero seguir ayudando al equipo. Sería muy importante dar la cara frente al Barcelona", comentó Benzema tras el último partido disputado en China contra el Tianjin. Empieza la cuenta atrás.