Al final de los entrenamientos libres, el paddock de Brawn fue el más concurrido. Rubens Barrichello, veterano al máximo, se lo tomó con filosofía: "Estoy encantado de ver tantos periodistas conmigo, pero tengo ganas de dar un codazo a tantas preguntas sobre el difusor. El coche se construyó así porque creemos que es legal, la FIA lo ha demostrado y creo que lo confirmará en Apelación", indicó ante la insistencia general.

"¿Si estoy preparado para pilotar este coche y luchar por el triunfo? Si estaba preparado con 20 años para llegar a la F-1, como no lo voy a estar con 37. Lo difícil fue llegar a la F-1, difícil era pilotar el coche del año pasado", apuntó.

A OTRA COSA Su compatriota de Ferrari, Felipe Massa, también mostró el mismo hastío sobre la cuestión de moda. "¿Brawn? No sé, bastante problemas tengo que resolver en mi coche como para preocuparnos de los demás", indicó.

También tienen problemas en McLaren, donde nada sale como quieren en este arranque de temporada. El campeón mundial, Lewis Hamilton, intentó ayer dar un rostro optimista a una situación evidentemente incómoda. "Estamos haciendo progresos, trabajando duro para resolver los problemas, solo puedo decir eso", apuntó el británico. Su compañero de escudería, el probador Pedro Martínez de la Rosa, reconoce que el reto es "enorme, debido a las limitaciones en los entrenamientos libres lo que lo hará todavía más interesante. Pero estaremos allí, que nadie se olvide de nosotros".