Luis Suárez ya se veía camino de Madrid para convertirse en el 'nueve' de Simeone en el Atlético de Madrid. Pero la operación se ha complicado, a pesar de que el delantero tenía ya cerrado el pacto con el Barça para desbloquear su salida. Un pacto que incluía recibir la carta de libertad y una parte de la ficha que le correspondía por el año de contrato que aún tenía con el club azulgrana. Algo que ha provocado, sin embargo, un giro de Josep Maria Bartomeu, según avanzó Onda Cero.

El Barça quiere traspaso si acaba en el Atlético para no repetir el caso Villa del 2013. 'Regaló' al asturiano por 2,1 millones de euros y meses después era campeón de Liga con el Atlético. Y en el Camp Nou. Por eso, el presidente no quiere financiar la salida del uruguayo si, además, refuerza a un rival directo en la lucha por el título de Liga. Ese inesperado cambio de idea de Bartomeu ha irritado a Suárez, que no tenía firmado ese pacto con el Barça. Ahora, el delantero contempla ahora todas las opciones. Y, por supuesto, quedarse en el Camp Nou, agotando el año que aún que tiene firmado.

Un doble problema

Eso generaría un grave problema deportivo -Koeman no lo quiere y así se lo ha hecho saber porque no ha jugado ni un minuto esta pretemporada- y, además, económico porque el club no puede asumir su elevado sueldo, es el segundo jugador mejor pagado, y necesita aligerar la masa salarial de la plantilla para poder fichar. Aunque el propio técnico holandés dejó claro tras el duelo con el Girona que si se queda Suárez "sería uno más porque respetamos los contratos".

El Atlético, entretanto, aguarda al desenlace del nuevo pulso entre Suárez y el Barça. No entiende el uruguayo que no solo le digan que no le quieren sino que, además, el club azulgrana le indique donde no puede jugar. Inicialmente había una lista de clubs donde no podía fichar. Y en esa relación no figuraba el equipo de Simeone, incluido a última hora por Bartomeu, lo que ha dinamitado el acuerdo inicial.

Álvaro Morata, entretanto, llegó en la noche del lunes a Turín, para cerrar su cesión con la Juventus por una temporada. El equipo italiano pagará 10 millones de euros por esta temporada, mientras Simeone, que había hablado con Suárez, se queda con una plaza vacía en el ataque. Si el delantero azulgrana no logra salir del Camp Nou, el técnico argentino activaría la opción de oro uruguayo: Edison Cavani, que se desvinculó el pasado 30 de junio del Paris SG. Está libre y no depende de nadie. Suárez, en cambio, depende de Bartomeu.