"De la base a la élite". Ese era el título de la mesa redonda que organizaron desde la Federación Extremeña de Atletismo en el Centro de Tecnificación Deportiva de Cáceres en el que estuvieron presentes casi todos los entrenadores extremeños.

Allí nos dimos cita los tres extremeños presentes en los mundiales de Daegu: Javier Cienfuegos, Javi Alves y yo, con la intención de desgranar nuestra experiencia en Daegu pero, sobre todo, nuestra trayectoria deportiva, aunque ya conocida por ellos, pero buscando esas claves que hacen que un joven atleta que se inicia en el deporte como un juego, llegue a cotas de rendimiento de nivel mundial.

Lo curioso es que cada uno tenemos nuestra propia historia, nuestro propio camino, lo que nos concede la primera conclusión: no hay un camino único y verdadero, cada atleta y sus circunstancias trazan su propia trayectoria.

Por ejemplo Cienfuegos, el más joven, se inició en el atletismo por casualidad. Sus características, altura, peso, fuerza, lo invalidaban casi para la mayoría de los deportes, pero la casualidad de un entrenador que quiso innovar en su pueblo, Antonio Fuentes, con una nueva disciplina, el lanzamiento de martillo, hizo que encontrara la horma de su zapato y cinco años después posea el record mundial junior.

Alves, por su parte, con más de 20 años de trayectoria a sus espaldas, casi sin salir de su localidad, sin cambiar de entrenador, ha logrado sacar lo mejor de si mismo demostrando que, a veces, no hace falta buscar gurús o centros de alto rendimiento lejanos para exprimir las posibilidades de un deportista.

Por último, mi experiencia, intenté mostrar a los entrenadores que hay que mirar más allá de los limitantes fisiológicos del rendimiento, hay que contemplar al deportista como persona con sus circunstancias y siempre tener una visión a largo plazo de su trayectoria deportiva. Con más de 20 años dedicado al atletismo, llegar al máximo nivel es una verdadera carrera de fondo y de obstáculos en la que sólo los que tienen la vista puesta en el final de la misma y en el trabajo diario, tienen posibilidades de alcanzar su máximo rendimiento.