Hay que apuntar con letras mayúsculas en la agenda de futuro del deporte extremeño el nombre de María del Carmen Blanco Morcillo (Plasencia, 18-8-2000), una de las grandes sensaciones en el reciente Campeonato de España de selecciones autonómicas de baloncesto. Mamen , como la llaman sus amigos y familia, fue clave con sus descollantes actuaciones en el éxito de Extremadura, que logró el ascenso al Grupo Especial (la 'primera división') de categoría cadete.

Lo suyo no es de hoy, pero va creciendo con fuerza y un estilo irresistible. Es una base con tremenda capacidad para dirigir y repartir juego, además de buscar la canasta con valentía cuando hace falta. Ha acudido ya a tres concentraciones de la Federación Española para chicas de su edad, la última en Guadalajara el pasado mes de diciembre. Y sueña con estar entre las doce elegidas para el próximo Europeo sub-16, a Udine (Italia).

"Te cuesta más llegar si no eres de Madrid o Barcelona, donde tienes más posibilidades de que te vean, pero si lo consigues, debes seguir intentando hacerlo bien para que te sigan llamando. Me sorprendió mucho cuando me convocaron por primera vez", cuenta. Para ser la primera entrevista de su vida, no lo hace nada mal: espontánea y tranquila.

MANDONA Con su 1,63 de estatura, en la pista es todavía más agresiva. "¿Dicen que soy muy mandona? Estoy de acuerdo. Además, creo que soy rápida, penetradora... Quizás me cuesta un poco más tirar, pero...".

No deja de encarnar a una adolescente normal ("soy cariñosa y siempre estoy haciendo el tonto"). Alumna de 4º de ESO en ciencias del instituto Gabriel y Galán de Plasencia, todavía no sabe qué carrera escogerá dentro de dos años. "Mis padres siempre me han dicho que lo primero son los estudios, que el baloncesto tiene que estar también, pero que lo principal es lo otro", sostiene Mamen, a quien las notas --una media de 8 el pasado curso-- avalan.

Está ya más tranquila, dos semanas después del campeonato autonómico que se disputó en Huelva, donde vivió grandes emociones: "Vuelves como si fuese una pasada, con muchos recuerdos. Luego ya te acostumbras a la rutina", reconoce.

El momento culminante fue el partido para el ascenso ante la selección de La Rioja, donde ejerció de líder y firmó unos números escandalosos: 30 puntos, 10 rebotes, 11 asistencias y 11 faltas recibidas (44 de valoración). "Llegábamos nerviosas. Está claro que alguien tiene que tirar del equipo y ese día me tocó a mí. No tenía ni idea de lo que era un triple doble , pero lo conseguí", dice entre risas.

Aquellos días estarán probablemente entre los mejores de su vida para siempre: "Llegas con mucha ilusión, pero los partidos te van pesando. Al final, si asciendes, la recompensa es buena". Fue clave, en su opinión, "la unión" que existía entre las jugadoras: ella estaba entre las nueve que aportaba el Miralvalle, "aunque las otras chicas también se adaptaron muy bien". "Ha sido el premio después de mucho trabajo", presume.

En el Campeonato de España por clubs del pasado junio, disputado en León, también brilló. "Fue increíble. Vas más relajada quizás que con Extremadura, aunque también queriendo hacerlo bien", recuerda.

Probablemente, dentro de unos meses volverá a acudir a la misma cita con el Miralvalle, donde dice sentirse muy a gusto, con una conexión especial con los hermanos Carrón, los principales motores en la gestión del club. "Hace unos meses me salió una posibilidad para jugar fuera, pero no era la mejor", apunta. "Si vuelve a haber otra opción, ya veré, pero estoy bien en Plasencia", reconoce.

REFERENTES Y... ¿en quién se fija? "Siempre tienes la referencia de Amaya Valdemoro, que es una de las grandes. Y en defensa, que es donde me dicen que tengo que trabajar más, me gusta Queralt Casas".

También tiene otro ejemplo cerca: María Romero, la joven placentina que antes era su compañera de club y selección y que este verano fichó por el Al-Qazeres, de la Liga Femenina 2. "Somos primas lejanas y nos entendemos muy bien en la cancha", desvela. "Me gustaría jugar profesionalmente, pero sé que es muy difícil". Termina la entrevista con la futurible estrella. Hay que volver a lo que por ahora es lo primero: los libros.