Donde menos se sospecha se puede encontrar a un deportista extremeño triunfando. Vale que el baloncesto en Irlanda no es precisamente la NBA, pero Luis Filiberto García, un cacereño con raíces en Logrosán, puede presumir de ser uno de los mejores de su competición. Y el fin de semana fue nombrado jugador más valioso de la Hula Hoops Presidents Cup, el torneo copero que enfrentó a todos los equipos de la liga a partido único durante unos días en Dublín.

García acaba de cumplir 26 años y puede que principalmente los aficionados del Cáceres Patrimonio de la Humanidad le recuerden porque durante un par de temporadas, la 2009-10 y la 2010-11, era el junior y la gran promesa de sus categorías inferiores. Hasta llegó a disputar seis partidos con el primer equipo en LEB Oro a las órdenes de Gustavo Aranzana.

El chico tenía muy buena pinta: con 2,04, era rápido e inteligente en la pista y podía jugar tanto de alero como de pívot. Se hizo habitual que, cuando los partidos estaban decididos, el público le reclamase para que saliese al parquet. «Tengo recuerdos buenísimos de aquella época. Aprendí mucho de grandes jugadores como Lucio Angulo, Francis Sánchez, José Ángel Antelo... Y además noté que la gente me tenía un cariño particular por ser de casa», cuenta desde la capital irlandesa en conversación con este diario.

Tantas posibilidades tenía que llamó la atención del Real Madrid, que se lo llevó para su equipo de Liga EBA a los 18 años. Allí llegó a compartir vestuario con Willy Hernangómez, ahora en los Charlotte Hornets e internacional por España. Pero entre las lesiones --un persistente problema de cadera, operación defectuosa incluida- y su preferencia por los estudios, acabó dejando de lado el intento de ser profesional del baloncesto. Las buenas notas que iba a sacando, con unos padres siempre muy encima de su educación, fueron llamativas y un aval para su futuro.

«Siempre he estado un poco entre la espada y la pared: o centrarme en la carrera o apostar por el basket, pero es que hacer esto último supone mucha renuncia», dice. Allí lleva año y medio: se marchó con la intención de hacer un máster tras terminar su carrera (Ingeniería de Energías) y ha terminado consiguiendo trabajo ‘de lo suyo’. Las canastas son solo un divertimento placentero, amateur, y, por lo que se ve, exitoso.

Numerazos

Este domingo, jugando para el Pyrobel Killester Basketball venció en la final copera al UCD Marian (66-63) con una auténtica exhibición estadística suya: 18 puntos, 17 rebotes y 8 tapones. La presenció Pat Burke, gran mito del basket patrio que llegó a jugar en la NBA y en varios equipos de la Liga Endesa. «Fue un partido muy intenso. Disfrutamos mucho con la victoria», apunta.

«Es una competición bastante peculiar. Los irlandeses son mayoría y solo puede estar un americano en pista durante el último cuarto, por ejemplo. Luego lo normal es que estemos dos comunitarios en cada equipo», cuenta García.

Aparte de eso, se ha adaptado bastante bien a las costumbres del país, pero también confiesa que echa de menos España y que su estancia allí, aunque siempre dependiendo de lo laboral, no se prolongará demasiado. Cuando regrese, algún día podrá contar a sus nietos que, además de debutar en LEB Oro en casa, un día fue ‘MVP’.