El ciclista italiano Ivan Basso ha asegurado este lunes, en el juicio por la operación Puerto, que entró en contacto con Eufemiano Fuentes porque "desde niño quería ser el mejor corredor del mundo" y pensaba que podía mejorar su rendimiento con el método de congelación de la sangre empleado por el médico canario.

Basso, que ha declarado como testigo en la octava sesión del proceso que se celebra en Madrid, ha detallado que contactó con el supuesto cerebro de la trama de dopaje en el 2001, durante una estancia en Canarias para entrenarse, pero que no se convirtió en paciente de Fuentes hasta el otoño del 2005, cuando corría en el CSC.

"Era una cosa mía. No lo sabía ni mi equipo ni mi familia", ha dicho el testigo, que ha añadido que pensaba que no existía ningún riesgo porque se trataba de reinfundirse su propia sangre y que en aquella época "lo encontraba una cosa justa, aunque ahora ya no".

Dos años de sanción

El corredor, que cumplió una sanción de dos años impuesta por el Comité Olímpico Italiano (CONI), ha asegurado que tenía una gran confianza en el socio de Fuentes, José Luis Merino Batres, porque era "un hematólogo famoso", y que se le realizaron tres extracciones, aunque nunca se le llegó a reinfundir la sangre. "La congelación permitía conservar la sangre muchos años y poder utilizarla mucho después, pero no hubo posibilidad", ha señalado el italiano, que ha revelado que su idea era "reutilizarla antes del Tour del 2006", porque su sueño siempre ha sido "ganar el Tour".

Basso ha explicado que eligió el apodo de 'Birillo' --el nombre de su perro-- para identificar las bolsas con su sangre por "una cuestión de privacidad". "Para mí era importante mantener la discreción", ha añadido.

Pago en efectivo

El testigo ha contado también que alcanzó un acuerdo con Fuentes para abonarle 70.000 euros por sus tratamientos durante toda la temporada del 2006, pero finalmente solo le pagó un anticipo de 15.000 euros en efectivo, ya que el médico fue detenido en mayo de ese año por la Guardia Civil, antes de la disputa de las pruebas más importantes.

"Creo que soy el único que ha pagado por todo", ha apostillado Basso en referencia a las sanciones que ha cumplido, antes de añadir que ha accedido a declarar como testigo porque lo encuentra "moralmente justo" y porque quiere contarlo todo antes de centrarse en su próxima participación en el Giro de Italia.