La última noche de Reyes regaló uno de esos partidos casi inolvidables para el fútbol español. El Reus, moribundo y asfixiado por la precaria situación económica, visitaba al Málaga, flamante líder de la competición y firme candidato al ascenso directo. Durante los días previos a la cita, la disputa del encuentro estuvo en duda por los impagos del club a la plantilla y la protección de la AFE a los jugadores, pero la Federación y LaLiga obligaron a jugar el encuentro. Aquello olía a goleada malacitana, pero en el fútbol, dos más dos no siempre son cuatro.

El Reus, ante los ojos de toda España, dio una lección de profesionalidad y fútbol con un antológico recital de juego y una victoria por 0-3 que quedará para siempre. El destino del Reus era la muerte deportiva y, desde entonces, el Málaga ya no es el que era.

En ese plantel de héroes estaba Ángel Bastos, ahora jugador del Extremadura y que mañana regresará al escenario de la épica proeza. «Aquello fue especial. Era una situación muy difícil para nosotros. Toda la gente pensaba que íbamos de charanga y que nos iban a pintar la cara, pero dimos una lección de profesionalidad», comenta el protagonista. Semanas más tarde, tras la desintegración del equipo catalán, aceptó la oferta azulgrana.

«Fue un partido distinto porque todos sabíamos cuál era nuestro destino en competición. Decidimos salir a disfrutar y pasarlo bien. Y vaya si lo pasamos. Nos salió absolutamente todo», comenta Bastos, que recuerda con cariño aquel encuentro.

El ahora lateral del Extremadura sabe que aquel encuentro no puede ser referencia para el que mañana disputará con el equipo almendralejense en La Rosaleda. Bastos sabe que el Málaga no anda bien, pero aboga por mirar a sus compañeros: «Para tener opciones, nosotros tenemos que ser nosotros. Debemos hacernos fuertes en nuestro campo y saber manejar la pelota, que para eso tenemos mucha calidad. Y luego, claro está, hacer daño».

Polivalente / Desde la llegada de Manuel, Bastos se ha convertido en un fijo en las alineaciones. De hecho, ha jugado los cinco partidos al completo. Y todos de lateral izquierdo, el lado contrario a su puesto natural. «Estoy entrenando fuerte para adaptarme lo mejor posible. Ya había jugado ahí varios partidos con la Cultural Leonesa y se me da bien”.

El futbolista vigués ha ido creciendo con el equipo, de menos a más. Ante el Almería fue de los mejores, secando prácticamente a José Corpas, uno de los jugadores más determinantes en lo que va de liga: «Manuel quiere que prioricemos ser buenos defensores, tanto Alex como yo. Aunque realmente no nos corta alas para subir y sorprender», puntualiza.

También con mucho optimismo mira la cita de mañana Kike Márquez. El azulgrana sabe que la afición del Málaga apretará a los suyos tras cinco partidos sin ganar en La Rosaleda «y debemos también saber manejar ese ambiente que se les pueda volver en contra».