El Bayern de Múnich ha decidido plantar cara y defender los intereses del club por encima del de las selecciones. Después de descubrir que Arjen Robben había jugado lesionado el Mundial con Holanda y que tendrá que estar dos meses de baja, se ha negado a que Ribéry viaje a Francia para testificar. Así como no pudo impedir que el extremo galo tuviera que comparecer ante la justicia por su supuesta implicación en un caso de prostitución de menores, el club bávaro no permitirá que su estrella viaje a París el próximo día 17 para aclarar ante la Comisión Disciplinaria de la Federación Francesa de Fútbol el motín de los jugadores en el Mundial. "No puede ser que la Federación Francesa lo requiera arbitrariamente frente a sus obligaciones con el Bayern", defendió Karl-Heinz Rummenigge, presidente del club bávaro.