REAL MADRID: Keylor Navas; Danilo, Varane, Nacho, Marcelo; Casemiro (James Rodríguez, m.75), Kroos, Modric; Bale (Jesé, m.70), Benzema (Isco, m.81) y Cristiano Ronaldo.

SEVILLA: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolo, Tremoulinas; Diogo (Reyes, m.46), Cristóforo (Mariano, m.71), Krychowiak, Escudero; Iborra (Juan Muñoz, m.71); y Gameiro.

GOLES: 1-0, M.6: Benzema. 2-0, M.64: Cristiano Ronaldo. 3-0, M.66: Bale. 4-0, M.86: Jesé.

ARBITRO: Xavier Estrada Fernández (Comité Catalán). Amonestó a Varane (m.26), Casemiro (m.53), Reyes (m.57) y Krychowiak (m.62).

La BBC --Benzema, Bale, Cristiano Ronaldo-- regresó triunfal a los campos de fútbol y con su pegada habitual condujo una clara victoria del Real Madrid ante el Sevilla (4-0), lo que le impulsa en la lucha por la segunda plaza de la Liga, en tanto que merma la aspiración hispalense de pugnar por la 'Champions'.

Entre los tres delanteros blancos liquidaron a un Sevilla que no tuvo la misma pólvora ni el acierto imprescindible para puntuar en el Bernabéu, en una nueva demostración de por qué es el único equipo del torneo que no conoce la victoria como visitante.

Benzema, que volvía tras cuatro partidos ausente por lesión, abrió la lata con un magnífico gol tempranero. Cristiano, ante su rival favorito, marró un penalti pero tuvo la fe para resarcirse. Y Bale, muy activo por la derecha siempre y tras encontrarse dos veces con las maderas, redondeó su buen choque a puerta vacía.

No obstante, no se puede pasar por alto la importancia de Keylor Navas en este Real Madrid. El internacional costarricense es un seguro de vida y de nuevo lo demostró al detener su tercer penalti de la temporada, a Kevin Gameiro, cuando el partido estaba más que vivo.

Zinedine Zidane apostó de entrada por el regreso de la BBC y situar al brasileño Casemiro en la medular junto a Kroos y Modric, con lo que se quedaron en el banquillo James Rodríguez e Isco. Unai Emery también se vio condicionado por la gran cantidad de bajas y planteó un 4-4-1-1 que le pudo haber reportado réditos, pero no le acompañó el acierto ni un mayor atrevimiento de los suyos.