La cacereña Bea Gómez, líbero del Extremadura Arroyo que milita en la Liga FEV femenina, afirma que el éxito del equipo "es producto del ambiente que reina entre la plantilla y el cuerpo técnico". Al término de la primera vuelta, el equipo arroyano ocupa el segundo puesto de la clasificación y la jugadora destaca el nivel de implicación y calidad personal de las jugadoras extranjeras "alegres, sencillas y trabajadoras al máximo, tanto dentro como fuera de la cancha", y el compromiso alcanzado por las jugadoras arroyanas de siempre, apoyadas por las juveniles, lo que a su modo de ver está siendo "la clave del éxito actual".

Bea Gómez tiene que convivir día a día con la circunstancia de que su técnico es al mismo tiempo su padre: "Apenas tiene importancia, ya que desde hace tiempo tengo asumido que mi padre ejerce de tal durante todo el día, menos cuando entramos en la cancha, momento en el que empieza a ser técnico. Por cierto muy duro y exigente".

Aunque todavía queda toda la segunda vuelta por delante cree "que de no ocurrir ningún desastre, nos vemos en los puestos de arriba". Llegar a disputar la fase de ascenso a Superliga le parece "un reto inalcanzable, pero menos cada día, aunque habrá que ver cómo llegamos a la época de exámenes universitarios".