A un mes de cumplir 37 años, Ruth Beitia sigue siendo el pilar del atletismo español. Tanto, que no solo acaba de batir el récord del mundo de veteranos en salto de altura, sino que el brinco de 1,98 metros logrado en los campeonatos de España en pista cubierta celebrados este fin de semana en Madrid supone la mejor marca del año, a solo dos semanas de los Mundiales de Portland (EEUU), del 17 al 20 de marzo. Beitia, triple campeona de Europa (entre indoor y aire libre), quiere coronarse campeona del mundo en un año olímpico en el que su gran sueño es acabar a lo grande en los Juegos de Río en Brasil.

"Me encanta competir y cada competición es una oportunidad de oro, sobre todo la última, los Juegos Olímpicos, en los que podría cumplir el único sueño que me falta en esta fantástica vida que me ha tocado vivir, que es la medalla olímpica", asegura Beitia, una vez conseguida otra gran gesta. En el Centro Municipal Gallur, recientemente inaugurado en Madrid, la cántabra logró su 15º título en pista cubierta, todos seguidos desde el 2002 (tiene otros 11 al aire libre), y con eso se sitúa ya a uno del lanzador de peso, ya retirado, Manolo Martínez.

Beitia llegó a Madrid con 1,95 de mejor marca de la temporada, y con la lituana Airine Palsyte y la polaca Kamila Licwinko por delante en el ránking mundial. Pero ahora las ha pasado a todas, tras un concurso modélico, que inició sobre 1,83, cuando ya se llevaba una hora de competición. Ruth atacó por primera vez el listón sobre 1,83, luego pasó del 1,87 y superó sucesivamente el 1,90, 1.93, 1,96 y, finalmente, 1,98 al tercer intento. "Me siento feliz, tengo la sensación de que todo va fenomenal cara al Mundial".

MAS BUENAS MARCAS La actuación de Beitia dejó un poco en la sombra otros hechos destacados. Uno de ellos fue la mínima para Portland del cuatrocentista toledano del FC Barcelona Lucas Búa, que mejoró su marca de 46.80 segundos para ganar el oro con 46.65, séptima marca histórica española.

Manuel Olmedo, que recuperó el título de 1.500, también duda en viajar, ya que quiere al menos cuatro días de aclimatación para poder optar a la final, su objetivo. En Madrid ganó la final, por delante de Marc Alcalá, David Lorenzo y David Bustos. En 800, Kevin López logró su quinto título con 1.49.20, por delante de la revelación del año, el salmantino Alvaro de Arriba, que acreditaba 1.46.63 y acabó segundo.