El mundo se deshace en elogios hacia Usain Bolt, pero lo conseguido por Kenenisa Bekele en Berlín roza la hazaña del jamaicano: dos medallas de oro, en 5.000 y 10.000, nunca ganadas por un mismo atleta en unos Mundiales, repitiendo su doble de los Juegos Olímpicos de Pekín en las mismas distancias.

Es cierto que el etíope no ha pulverizado ningún récord en la capital alemana, pero en los grandes campeonatos, las carreras de calle libre son siempre tácticas e intentar batir una plusmarca sin liebres sería un suicidio. Bekele ostenta los topes universales de 5.000 y 10.000 metros y, como en el caso de Bolt, con registros abismales entre él y sus coetáneos.

EL ERROR DE ATENAS Como el campeonísimo jamaicano, Bekele también es un atleta extraordinario. Ayer lo demostró ganando en la recta final el 5.000 codo a codo con al estadounidense de origen keniano Bernard Lagat, un corredor de 3.26.34 en 1.500 (el segundo mejor hombre de la historia de esta distancia tras los 3.26.00 de Hicham el Guerruj), que además fue campeón del mundo en 1.500 y 5.000 en Osaka-2007.

El etíope tomó el mando de la prueba en varias ocasiones con el fin de controlar el ritmo. No quería repetir su error de Atenas-2004, cuando El Guerruj le batió en la recta final en un emocionante esprint.

Ayer, cuando todo hacía pensar que el estadounidense lo remataría a falta de 100 metros, Bekele supo aguantar y esprintar como un corredor de 1.500, para llevarse la victoria frente a rivales teóricamente más rápidos que el etíope, como el citado Lagat, el keniano Eliud Kipchoge y el ugandés Moses Kipsiro, todos ellos grandes finalizadores. Jesús España estuvo en el grupo de cabeza hasta la última vuelta y acabó décimo.

DOS HORAS EN MARATON Con 27 años, Bekele lo ha ganado casi todo, incluidos tres títulos olímpicos y cuatro mundiales seguidos en 10.000 metros. Posee 21 medallas de oro en grandes campeonatos, 11 logradas en los Mundiales de cross.

Kenenisa, que en amárico significa "hombre afortunado", procede de Bekoji, una región al sudeste de Adís Abeba, la capital de Etiopía, situada a una altitud que ronda los 3.000 metros. Los especialistas consideran que una altura superior a 2.500 metros resulta contraproducente para el entrenamiento de los fondistas, pero Bekele también ha roto moldes en este sentido y suele entrenarse incluso en cotas más elevadas.

Como en el caso de Haile Gebrselassie, su progresión natural le llevaría a correr el maratón a partir de los 30 años y hay quien aventura que podría ser el primer hombre en bajar de las dos horas en la distancia.