REAL MADRID - 0: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Heinze; Robben, ´Lass´ Diarra, Gago, Marcelo (Guti, m.46); Raúl González y Marcelo Higuaín.

LIVERPOOL - 1: Pepe Reina; Arbeloa, Skrtel, Carragher, Fábio Aurelio; Benayoun, Xabi Alonso, Mascherano, Riera (Steven Gerrard, m.88); Kuyt (Lucas Leiva, m.90) y Fernando Torres (Babel, m.61).

GOLES: 0-1, m.82: Benayoun.

ARBITRO: Roberto Rosetti (ITA). Mostró cartulinas amarillas a Cannavaro (47) y Gago (87) por el Real Madrid; y a Fernando Torres (55), Mascherano (67) y Riera (83) por el Liverpool.

El Liverpool asestó al Real Madrid un duro golpe en el partido de ida de los octavos de final de Liga de Campeones, en el que los blancos cayeron en la trampa táctica de Rafael Benítez, que conquistó un triunfo histórico gracias al tanto del israelí Yossi Benayoun que engrandece la ´maldición de octavos´.

El Liverpool llegó al Bernabéu con más españoles en su equipo titular, cinco, que el Real Madrid, tres. Sólo Iker Casillas, Sergio Ramos y Raúl González han crecido conociendo las noches mágicas del Bernabéu en Europa. Sólo ellos sienten la ´maldición de octavos´ que persigue al Real Madrid en las últimas cuatro temporadas.

El duelo entre dos técnicos metódicos, estudiosos hasta el último detalle, como Juande Ramos y Rafa Benítez hacía esperar una batalla táctica que respondió a las expectativas. Como si de una partida de ajedrez se tratase, movieron sus piezas en la búsqueda del fútbol blanco y la destrucción con contragolpes de peligro de los ´reds´.

Faltaba la referencia del Liverpool. Su futbolista total. El capitán. Steven Gerrard no llegó a tiempo para la cita pero desde el banquillo presenció como Xabi Alonso y el argentino Javier Mascherano ganaban la batalla clave del centro del campo ante un Gago desorientado y ´Lass´ Diarra perdido en la pelea.

La ausencia de Klaas Jan Huntelaar acabó siendo más importante de lo que se pensaba. El fútbol tiene esos caprichos. El Real Madrid ha encontrado su fútbol más brillante en los dos últimos partidos. Sin su jugador más desequilibrante, Arjen Robben, ha sido cuando con un nueve nato, la movilidad de Raúl e Higuaín entre líneas desató un vendaval de fútbol.

La figura de Xabi Alonso se apoderó del Bernabéu. Manejó el tempo del partido. Lanzó peligrosas contras, con Fernando Torres en una lucha titánica con el defensa portugués Pepe.

Salió victorioso el central madridista en los dos primeros envites, pero Torres tuvo la oportunidad del partido a su tercer intento. Un grave error de Cannavaro. De esos que cuestan eliminaciones en Europa. Dejó sólo a ´The Kid´ que se reencontró con un viejo amigo. La manopla derecha de Iker Casillas salvó el primero (min.20).

Enchufado al partido, Iker fue decisivo en una rápida salida tres minutos después ante la internada de Benayoun, cuando las alarmas se encendían en casa del Liverpool. Un golpe en el tobillo derecho hacía parar a Torres. Desde este momento no fue el mismo.

Aguantó como pudo en el campo hasta el minuto 61, con claros síntomas de cojera, y no pudo explotar nunca sus cualidades. Un nuevo capítulo de una maldición personal que podrá vengar en Anfield. Ayer, ganó al Real Madrid por primera vez, pero no lo disfrutó en el campo.

BUENOS MOMENTOS BLANCOS Llegaron los mejores minutos madridistas pero Robben e Higuaín pecaron de individualismo. Las dos primeras acciones en las que se marchó el holandés las culminó con dos disparos desde la frontal desviados (minutos 38 y 39), y su desmarque no lo vio segundos después el argentino, que se obsesionó con el gol y se topó con Reina.

Con la intensidad al máximo pero la calidad escondida, Xabi Alonso despidió la primera parte con un golpeo espectacular desde el centro del campo que salvó Casillas cuando el balón iba directo a la red. El Real Madrid no encontraba su fútbol y tres manos de Casillas le mantenían en pie.

El planteamiento de Benítez, venerado desde la grada por sus 4.000 aficionados, encontró el premio gracias a Heinze. El argentino abusa de su agresividad en muchas acciones. Regaló una falta sin sentido en una esquina del área que puso el brasileño Fabio Aurelio a la cabeza de Benayoun, que encontró el premio a su incansable labor.