Adiós al baloncesto de élite en Cáceres. O al menos eso es lo que sugieren las palabras del presidente del único representante extremeño en la Liga ACB, José María Bermejo. Ayer dejó claro que el proyecto de relanzamiento del club no es viable y que se puede marchar en los próximos días de un cargo en el que apenas llevaba, oficialmente, un mes. La situación es tan grave que incluso el equipo podría no terminar la temporada: aún no se ha pagado la nómina del mes anterior y no se sabe, literalmente, cómo se conseguirá abonar la del actual.

La apocalíptica situación llega a todos los frentes: los proveedores no han cobrado, así como los profesionales con los que el club pactó recientemente una desvinculación, como Alfred Julbe, Quini Carrasco o Manuel Hurtado. Sólo el exgerente, Héctor Jiménez, sí lo ha hecho. Ayer, un juicio por impago con el exjugador Gary Alexander dejó otra deuda.

ESTRANGULADOS

La clave, indica Bermejo, es que el club no ha conseguido la operación financiera de 1,2 millones de euros (200 millones de pesetas) con la que pagar a los acreedores más inmediatos, lo que ha provocado el derrumbamiento del plan de viabilidad establecido por el nuevo consejo: sin crédito no hay espónsor... "Dos patrocinadores se nos han escapado porque no veían clara la situación", desvela el mandatario, que apunta que en menos de dos semanas se clarificará en un sentido u otro la situación. En todo caso, sus palabras han variado de tono drásticamente: se ha pasado de la ilusión a un realismo crudo. "Aquí ya no pintamos nada", dijo Bermejo a este diario, completando una contundente intervención en la Ser. "Tengo la culpa de haber intentado salvar al club, pero no lo he conseguido. He intentado sentar a todos, sin éxito", añade, con un sentimiento de "impotencia".

"Lo hemos intentado todo, pero con esta situación es imposible. Estamos más horas en el juzgado que en el club", resume, aludiendo a que todos tienen su responsabilidad: instituciones y cajas, algunos de los principales accionistas e incluso parte de la afición que no ha secundado su proyecto. "Ha fracasado la ciudad de Cáceres, que no ha sabido responder a la llamada", asegura.

Respecto a las próximas fechas, intentará "seguir trabajando para solucionar los problemas del día". Entre ellos se encuentra la deuda con la Seguridad Social, unos 30.000 euros (cinco millones de pesetas) según el club. Pagarla antes del viernes supondría que la Junta sí abonaría una subvención que rondaría los 150.000 euros (25 millones de pesetas).

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