La situación del Baloncesto Femenino Badajoz se agrava por momentos y hoy puede ser un día decisivo en el futuro del club. Ayer se supo que a la entidad le han denegado la concesión de una póliza de crédito de 60.000 euros para poder hacer frente a los pagos y en la mañana de hoy, el gerente del club, Manuel Aguirre, tendrá una reunión muy importante con otra entidad financiera, para solicitarle dicha póliza.

Si la respuesta fuera negativa, la renuncia a la Liga Femenina 2 podría ser inminente porque no habría más alternativas en el camino. Las jugadoras no están dispuestas a seguir entrenando y jugando sin cobrar lo que les corresponde y el club habría quemado todos sus cartuchos, salvo que el Ayuntamiento de Badajoz interviniese con una solución milagrosa y de última hora.

Mientras tanto, las jugadoras siguen sin entrenar y ayer acudieron a las dos sesiones, matinal, que iba a consistir en un trabajo físico, y vespertina, con el habitual entrenamiento en la pista del pabellón de La Granadilla, pero no se ejercitaron, manteniendo su huelga hasta que el club les pague los dos meses que les adeuda. La otra capitana del equipo, Nereida Ramírez, explicaba ayer que les han dicho que acudan puntualmente a las sesiones aunque no entrenen.

CASI UN AÑO SIN COBRAR

Pero la situación no es sólo dramática para ellas sino también para ellos, con la sustancial diferencia de que se trata de tres preparadores pacenses que viven de otros trabajos. El técnico Fernando Méndez desveló ayer que tanto él como su segundo entrenador, Emilio Cartolano, y el preparador físico, Andrés Ramos, llevan sin cobrar desde hace casi un año, en concreto, desde diciembre del 2008. El club les adeuda la segunda mitad de la temporada pasada, a partir de enero, y toda la presente.

Todo apunta a que los técnicos sí estaban dispuestos a seguir aguantando, pero no así las jugadoras profesionales, hartas de escuchar que se les va a pagar y el dinero no llega. Todas están viviendo un momento muy difícil, al tener que recurrir a la huelga, y lo peor podría estar por llegar si no se soluciona la situación económica. En los últimos tiempos, el club ha tocado el fuego muchas veces y esta vez se puede quemar.