Han sido semanas de tranquilo confinamiento para Roberto Blanco excepto por la preocupación por su familia de Plasencia. Pero el técnico del Cáceres Patrimonio de la Humanidad ha hecho ejercicio y consumido basket y series. Ahora le llega un regalo envuelto en suspense: su equipo jugaría una hipotética fase de ascenso la Liga Endesa en junio si se dan las condiciones. Lo toma como un gran sueño, pero también ve «difícilísmo» que pueda organizarse.

«Ha sido una alegría. Estábamos haciendo una buena temporada y todos estábamos deseosos de jugar unos ‘playoffs’. Es de alabar que nuestro club haya apostado por que podamos estar», comenta. El Cáceres ocuparía la vacante que se generará con la renuncia del Palma.

Sin embargo, poco tarda en salir la realista palabra de marras: «Veo dificilísmo que pueda jugarse por cuestiones sanitarias», apunta, por mucho que asuma que no es «ningún tipo de experto». «No es fácil. Lo que está haciendo el club es todo lo posible para reunir todas las condiciones en el caso de que se pueda jugar, pero lo veo muy complicado. Este es un sentir de todo el mundo», añade.

Sus jugadores han mantenido durante dos meses la actividad mediante los planes diseñados por el preparador físico Mario Hellín. «Está todo en sus manos, es nuestro experto. ¿Yo? He estado recabando información y manejando ideas de cara al futuro y ahora me pondré a estudiar qué se puede hacer si se juega realmente. Tendré una reunión con mis ayudantes, Javi Salas yArmando Gómez. Hay un pequeño horizonte que tenemos que valorar y que no nos va a coger desprevenidos», desvela.

Leyma Coruña, rival

El oponente en el primero de los tres partidos que el Cáceres tendría que superar sería el Leyma Coruña. «Lo que sabemos de ellos no creo que sirva de mucho. Los equipos no tendrían nada que ver con los que acabaron en su momento», augura. «Nosotros no habíamos tocado techo y nuestras últimas victorias con varias bajas lo demuestra», apunta Blanco, contrario a que se abran las inscripciones de nuevo. «Debe haber un número mínimo de jugadores de los que estaban. Si los clubs han accedido a esa fase, es que los tienen», añade.

El técnico da por hecho que, en el caso de volver a la actividad, «es de sentido común que pasemos tests para ver si estamos infectados, pero no hay debate. Los sanitarios son los que están en la primera línea de batalla y son ellos los primeros que deben disponer de ellos».

Y, si se llega a tener la oportunidad de intentar subir, la consigna es clara: «Si algo nos distingue es ser un equipo trabajador, orgulloso y con unas ideas claras que desde luego no perderíamos en un momento tan bonito. Sería una oportunidad grandísima. Los presupuestos se igualarían en una fase así y todos tendríamos opciones».