CACEREÑO: Vargas, Palero, Gonzalo (63, Valverde), Mejías, Pizarraya; Gaspar, Checa, Raúl Medina, Aaron; Martins (82, Elías) y Toni (77, José Ramón).

ALGECIRAS: Romero, Márquez, Merino, Carlos, Víctor, Berlanga, Borja (88, Ayala), Chico, David, Alfaro (78, Benítez) y Pedro (72, Ryan).

GOLES. 1-0-Min. 10: Martins. 1-1-Min. 17: Alfaro. 1-2-Min. 31: Javi Chico. 1-3-Min. 66: Javi Chica. 2-3-Min. 87: Raúl Medina.

ARBITRO: Moreno Aragón (Madrid). Mostró amarillas a los locales Palero, Mejías y Gaspar.

INCIDENCIAS: Minuto de silencio por la muerte del extécnico local José Luis Montes.

El fútbol sigue midiéndose bajo el lógico baremo de la efectividad. El Cacereño tuvo ayer menos que su rival, el Algeciras (2-3) en el nuevo escenario de El Cuartillo, ante un césped irregular y dejando unas sensaciones contradictorias de cara al nuevo ejercicio liguero.

Acusó el grupo de Angel Marcos unos minutos de histerismo colectivo cuando dominaba a placer a su oponente y lo acabó pagando en forma de derrota. La mala fortuna, ese factor también tan crucial, hizo el resto. Las lecturas que pueden extraerse señalan en una gran parte de su porcentaje al trabajo defensivo --no exclusivo de los futbolistas de esa zona--, que hizo aguas desde los minutos 17, cuando Alfaro equilibró el tanto de Martins del 10, hasta el 31, cuando Javi Chico hizo el 1-2.

El resto fue casi un monólogo verde, con más capacidad física de sus futbolistas. Increíble que no aprovechara esta circunstancia capital. Increíble que mandara al limbo tantas ocasiones de gol ante el portero algecireño Jesús Romero.

Fue el CPC dueño del balón en los primeros minutos, acorralando a los andaluces y jugando el balón con criterio. Poco importaba, incluso, el mal terreno de juego. La fortaleza enorme de Checa --enésima exhibición-- y la calidad infinita de Gaspar y su coordinación con un recuperado Raúl Medina guiaron al Cacereño, que acongojó a su rival con un par de oportunidades hasta que Martins, otro de los que más batallaron ayer, aprovechó un rechace tras córner para hacer el 1-0. La extrañeza de estar en El Cuartillo, con un ambiente creciente de expectación ante lo que se estaba viendo, se tornó en esperanzadora confianza.

Pero el fútbol es a menudo traicionero. El Algeciras, timorato hasta entonces, se estiró por primera vez en el 17 con un centro de Borja rematado a gol por el exarroyano Alfaro (1-1).

Se le apagó la luz entonces al equipo local, que dudó en cada avance visitante. La sobriedad defensiva del CPC, seña de identidad en años anteriores, traicionó a la historia reciente y amenazó con dar la tarde a los fieles de la religión verde. Las peores sospechas se confirmaron y en otro arreón algecireño, con la retaguardia local inexplicablemente blanda, se produjo el 1-2, obra de Javi Chico.

Tiró de casta el Cacereño en los estertores del primer acto, pero sin acierto. Todo quedaba para el segundo tiempo. Seguían las sensaciones contrapuestas: equipo con calidad, pero con incógnitas defensivas sospechosamente amenazantes.

MAS EN CONTRA Todo se tornó en negativo. Nada más iniciarse el segundo tiempo, gol anulado a Checa por presunto fuera de juego. Indignación en la grada, urdida también por otras decisiones arbitrales. No desfalleció el Cacereño, pero el infortunio acumuló cantidades ingentes. O quizá la mala puntería. Toni, infalible en pretemporada, infalible durante una muy buena parte de su carrera, falló dos ocasiones mollares casi consecutivas delante del meta visitante.

Marcos quitó a un defensa (Gonzalo) y colocó a un media punta (Carlos Valverde). Pero ni por esas. Más cuesta arriba todo con el golazo de falta de Javi Chico (min. 66). Encorajinado, al Cacereño le dio para empujar y poner emoción con el tanto de Raúl Medina. Pero el destino del estreno de El Cuartillo no quería buenas noticias y el encuentro murió con la sensación de que el resultado pudo ser muy distinto. Pero eso no vale para nada.