De los siete profesionales que aún sobreviven en el día a día de la plantilla del Cáceres, tres no participaron en la mañana de ayer en el único entrenamiento que dispuso Ñete Bohigas, ya que el de la tarde se suspendió ante la imposibilidad de trabajar a un ritmo normal y preparar el encuentro del próximo viernes (21.00) ante el Inca. Ante este panorama, el club pidió ayer tarde un aplazamiento de este choque ante la Federación Española de Baloncesto.

Juanmi Morales no estuvo porque se le ha reproducido una antigua lesión en el hombro "y no podía ni moverlo"; Juan Pedro Cazorla tampoco pudo trabajar por una dolencia en la espalda. En el como de la desdicha, el checo Jiri Okac no entrenó por una contractura en la pierna derecha y es, en principio, el que más posibilidades tendría de jugar, aunque sin seguridad alguna. Además, la octava ficha profesional del club, Darío Quesada, sigue recuperándose de su grave lesión de pretemporada. La consecuencia es bien sencilla: sólo Pedro Rivero, Javi Pérez, Javi Pérez Iniesta y Oscar Rodríguez están sanos, con lo que el encuentro, sostiene el Cáceres, lo lógico es que se suspenda.

SIN COBRAR El parte médico de todos los tocados, enviado a la federación, se añade a la ya agónica coyuntura económica, ya que los jugadores siguen sin cobrar, al igual que el resto de empleados del club. Pese a las manifestaciones de ayer del concejal cacereño Felipe Vela, en la entidad siguen pensando que el Cáceres tiene futuro, y confían en el alcalde, José María Saponi, como último asidero al que agarrarse.

"Que la gente sepa que no vamos a abandonar", dice el entrenador verdinegro. Bohigas, con cautela y serenidad y obviando las vicisitudes económicas, asume que tuvo que suspender una de las sesiones previstas y que hoy hará lo mismo ante la imposibilidad de completar un entrenamiento digno, aunque continúa teniendo la ayuda de los juniors habituales: Mario Plata y Andrés Vaquero.

"Está claro que estamos pagando los sobreesfuerzos", asegura Bohigas. "Tenemos muy mala suerte", recalca. Se da también otra circunstancia en clave negativa: los juniors no pueden asistir a los entrenamientos de la mañana. "Están estudiando o en clase", explica el resignado entrenador verdinegro.

El equipo tiene por delante tres encuentros ante rivales que, en condiciones normales, serían muy asequibles: Inca y dos desplazamientos consecutivos: Ourense y Cantabria.

Con diez triunfos en la clasificación actual, al equipo aún le restan por conseguir "3 o 4 victorias" para lograr la permanencia que es, sin duda, el objetivo al que aspiran los verdinegros, dadas las circunstancias que se han planteado con la perenne crisis institucional, que trasciende a lo deportivo desde hace meses.

CRITICAS DEL FORO De otro lado, el Foro Baloncesto Cáceres, tras reunirse el pasado lunes por la noche, emitió ayer un comunicado en el que critica duramente "la dimisión del 'gerente' cuando al día siguiente estaba prevista una reunión entre el ayuntamiento y Tribugest vital para el futuro del club".

Según el grupo de aficionados, el expresidente "tenía el enemigo en casa", al tiempo que asegura que "lo más curioso es que los dos dimitidos, Don Julio y Don Felipe (por Felipe Fernández), continúan en sus funciones y presumiendo de ser la base del club, un club que quieren vender como única solución a la crisis planteada. Y encima piden el apoyo de la afición", aducen.