Lo que hace unas semanas parecía complicadísimo, ahora es real: el Cáceres Patrimonio de la Humanidad tendrá todavía que pelear por la permanencia en la LEB Oro. Sus cinco encuentros consecutivos perdiendo lo han puesto en el furgón de cola, con los dos puestos de descenso a dos victorias de diferencia. Pero más allá de los resultados, el equipo transmite una sensación de agotamiento que hace dudar que se pueda conseguir lo que se necesita para la tranquilidad: una o dos victorias en los seis partidos que restan. Ñete Bohigas, su entrenador, es consciente de ello, pero se mantiene una defensa total de sus jugadores. «Nunca hemos bajado los brazos ni vamos a hacerlo», reiteró.

El problema, según él, no es de actitud, sino de pura impotencia. Ya se pudo apreciar en el abultado 64-92 del miércoles ante el Carramimbre Valladolid.

«Nos quedan una serie de partidos y tenemos que ir a competir en todos los sitios. A eso vamos a Prat», comentó. En la localidad catalana juega mañana sin apenas tiempo para prepararse y tras un largo viaje de once horas hoy en autobús. En el desplazamiento estará Niko Rakocevic, cuya vuelta se espera para el próximo viernes ante el Lleida, aunque él se ha ofrecido para jugar antes pese a su reciente fractura en un dedo.

Después llegará una complicada recta final con visitas a Araberri, Melilla y Palencia (última jornada) y un único partido en casa frente al Tau Castelló.

NO DESCONFIAR / Bohigas aseguró ayer que el Cáceres ha tenido un problema: «Durante un tiempo mirábamos la clasificación y pensábamos que podíamos entrar en el playoff. Era mentira. Y yo lo sabía. Con ocho jugadores, es muy complicado. El resto de equipos de abajo llevan ya dos meses sabiendo que van a tener que eludir el descenso. Y ahora tenemos que cambiar la mentalidad al estar nosotros involucrados también».

El técnico se revolvió en su silla cuando se le preguntó si el equipo había bajado los brazos ante el Valladolid, particularmente en el tercer cuarto, que tuvo un parcial de 10-29. «No podemos desconfiar de estos jugadores. Creo en su honradez. Es pura impotencia porque no llegan», explicó.

Las referencias a los lesionados son constantes. Sin Rakocevic, Warren Ward y Dani Martínez --estos dos últimos no volverán esta temporada-- todo se hace muy cuesta arriba. «Pelearemos con menos que el resto de los equipos. Nos toca eso y tengo los pies en el suelo», destacó Bohigas, que emplazó a final de temporada para realizar un balance de todo lo que está pasando.

También ofreció un voto de confianza hacia Will Saunders. «Ante Valladolid no estuvo acertado [1 de 10 en tiro], pero tiene la actitud necesaria para intentar hacer las cosas bien y darnos energía. Ha llegado en un momento muy difícil», analizó. Según su versión, en lo que hay que mejorar sobre todo es en el aspecto defensivo, lo que confirma la cantidad de puntos que se ha encajado en las tres últimas jornadas: 97 frente a Oviedo, 90 en Ourense y 92 el miércoles.

LOS CÁLCULOS / Vaya por delante que bajan directamente a la LEB Plata los dos últimos. Sammic, Barcelona B y Clavijo empatan en el suelo de la clasificación con nueve victorias y con un partido ganado más está el Iberostar Palma. Un peldaño más arriba está todavía el Cáceres, que tiene que dosificar este pequeño colchón particularmente con equipos como el Sammic y el Palma, que le superarían en caso de empate final a triunfos debido al basket average desfavorable. Sí lo tiene ganado con Clavijo y Barcelona B. «No hago todavía este tipo de cuentas», aseguró Bohigas. «Lo que me interesa es la mejora de mi equipo y el próximo partido», agregó.

El equipo entrenó con siete profesionales por la tarde, dando descanso a un fatigado Sergio Pérez. Hoy espera la carretera en medio de una angustia general creciente.