Gracias al triple olímpico de Usain Bolt en Pekín-2008, las carreras de 100, 200 y el relevo corto se presentan como lo más apasionante de los Mundiales de Berlín que comenzarán el próxima sábado y que se prolongarán hasta el siguiente domingo, 23 de agosto. Un pulso que iluminará Berlín, y con un ingrediente añadido. Tyson Gay ha vuelto, y de qué forma: 9.77 segundos en Roma y líder de la temporada, con dos centésimas menos que los 9.79 de Bolt en París. Está claro que el triple campeón olímpico y triple plusmarquista universal ya no estará solo y no será su único rival.

Sin duda, la rivalidad deportiva acrecienta la motivación e incide directamente en el resultado. Usain Bolt no se habría parado 30 metros antes de la llegada en la final olímpica de 100 metros en Pekín si hubiese tenido un rival a su altura. En ese caso, el vigente récord mundial estaría por debajo de los 9.69 que logró el jamaicano.

DOS TIPOS DUROS Hay quien pone todo esto en duda con un razonamiento también válido: si Bolt hubiese corrido sintiendo el aliento de su rival, o rivales, quizás se habría agarrotado y su rendimiento hubiera peor. Puede que sea así para Asafa Powell, pero no para Bolt o Gay, dos tipos duros en la pista a quienes la presión no parece afectarles.

Gay, que el domingo cumplió 27 años, surge de las cenizas de la velocidad estadounidense. Aun así, el grupo de jóvenes velocistas que lideró en los Mundiales de Osaka-2007 arrasó sin complejos. Asafa Powell no fue rival para el estadounidense, pero la explosión de Usain Bolt el año siguiente lo cambió todo. Bolt (que cumplirá 23 años el 21 de agosto) es el primer velocista jamaicano que no ha tenido que emigrar al Primer Mundo para ser el mejor, como hicieron casi todos sus predecesores. El hombre más rápido del planeta es el líder de una generación de grandísimos talentos procedentes de la ya famosa Escuela Tecnológica de Jamaica, con Glen Mills como entrenador jefe.

CONTRASTE DE ESTILOS La naturalidad y el desparpajo de Usain hacen que caiga bien, pero sobre todo es asombrosamente rápido y elegante corriendo. La sensación de facilidad que transmite es única y, de momento, inigualable. Además, en el ambiente flota la prometedora sensación de que la puerta está abierta para explorar los límites de la velocidad y de que Bolt volverá a superarse en cualquier momento.

Gay, por el contrario, no es un velocista brillante en su estilo, aunque si en los resultados. La moderación en sus gestos y en sus declaraciones resulta ejemplar, pero no atrae tanto como su rival. El triple campeón mundial fue derrotado en el 2008 por las lesiones, pero Gay ha dado muestras esta temporada de haberse recuperado plenamente. Sabe que la única oportunidad de frenar al ´relámpago´ Bolt es descargarlo de electricidad, dejarle que se desgaste con todo lo que se encontrará en el camino hacia la final. Usain tiene 22 años y a esa edad no importa cometer errores, pero Gay sabe que siempre se pagan.

PODER AFRICANO El duelo de la velocidad será el más brillante en Berlín, pero no el único. El poder africano no faltará, con la aportación del doble campeón olímpico Kenenisa Bekele y el duelo del fondo entre las también etíopes Dibaba y Defar.