David Beckham, capitán de la selección inglesa, acaparó ayer el protagonismo en el mundo del fútbol después de que el Manchester United anunciara un acuerdo para traspasarlo al Barcelona si Joan Laporta es elegido presidente del club español.

Pero ha sido el propio Beckham, de 28 años, quien ha echado por tierra ese pacto un par de horas después de hacerse público el comunicado del Manchester United.

La compañía que representa a David Beckham, SFX, rechazó cualquier previsión de futuras conversaciones con Laporta, candidato a la presidencia del Barcelona.

"Los representantes legales de David no tienen planes de reunirse con el señor Laporta o con sus representantes", indica el comunicado de SFX. La nota añade que Beckham "se siente decepcionado y sorprendido" tras conocer la noticia, y señala que "siente que le han utilizado como baza electoral en el proceso a la presidencia del club español".

Laporta, uno de los seis candidatos a la presidencia del Barcelona, dio ayer un gran golpe de efecto al anunciar el acuerdo alcanzado con el Manchester United para el traspaso de Beckham al club azulgrana si es elegido presidente.

Laporta no quiso dar cifras sobre el acuerdo económico alcanzado con el Manchester, pero aseguró que Beckham es una "pieza clave" de su proyecto para devolver al Bar§a "a la primera línea deportiva y mediática".

Recientemente el United valoró su estrella en 45 millones de euros (unos 52 millones de dólares).

Las reacciones no tardaron en llegar. Primero respondió la compañía que representa al centrocampista y también habló sobre el asunto el padre del jugador, Ted Beckham, que instó a su hijo a continuar en el campeón de la Liga inglesa. "Le diré que no se vaya. Quiero que se quede en el Manchester United", manifestó.

Ted Beckham explicó que su visible reticencia a una posible marcha de su hijo se debe a que no quiere que "se vaya simplemente porque cierta persona lo quiere", en lo que podía ser una alusión al entrenador escocés Alex Ferguson.

El anuncio del Manchester United generó un gran revuelo en los ambientes futbolísticos ingleses y fue acogido con cautela por la Asociación de Aficionados del Manchester.

"Si lo venden por razones financieras, habrá una protesta clamorosa", garantizó Jules Spencer, el presidente de esta asociación de seguidores.

FUERA DE EUROPA

Spencer se preguntó si sería "aceptable para David fichar por un club que puede no estar en Europa". Laporta, pese a todo, manifestó a última hora de la tarde que respeta "la posición de los agentes del jugador" y que confía en "convencerlos para que Beckham venga".

"Estoy seguro de que sus representantes están haciendo bien su trabajo y todo puede responder a una estrategia de negociación", comentó.

El escocés Tommy Docherty, que fuera entrenador del Manchester United, dijo: "No creo que se vaya al Barcelona. Se querrá ir al Madrid o al Milán", dijo el técnico escocés, de 74 años. "Ha triunfado en el Manchester y en el Milán o en el Madrid tiene mejores opciones", subrayó.

El nombre de Beckham se ha unido con insistencia al del Real Madrid en los últimos tiempos, a pesar de que el club blanco hizo pública una nota el 29 de abril en la que afirmó que no quiere negociar.