Extremadura: Toni García; Javi Selvas, Roberto, Alcázar, Zamora; Samir (Nandi, M. 82), Marco, Gaizka (Manuel, M. 59), Camacho; Cobos y Pavone.

Sevilla B: Arturo; Blanco, Lolo, Diego, Puerta (Pablo Sánchez, M. 62); Alvaro, Jonathan; Alfaro (Redondo, M. 59), Moreno, Marcos Navas (Alex Santana, M. 62) y Kepa.

Goles: 0-1 M. 24: Alfaro. 1-1 M. 67: Samir. 1-2 M. 76: Kepa. 2-2 M. 90: Manuel. 2-3 M. 93: Moreno.

Arbitro: Enrique Ortiz Blanco (Madrileño). Dio la impresión de controlar siempre el partido pero su asistente de tribuna lo llevó a la ruina, salvo mejor criterio televisivo (1). Amonestó a Marco (60´), Alcázar (81´), Bizcocho (83´)/, P. Sánchez (67´), Arturo (67´) y Alex Santana (89´).

Incidencias: 1.867 espectadores en el Francisco de la Hera según nota oficial.

Si un milagro no lo evita, el Extremadura parece condenado al fatal desenlace del descenso. No es que no queden partidos, puntos y por tanto oportunidades de lograr la permanencia, que los hay. Pero el cuadro almendralejense parece abocado a una dinámica perdedora de la que es muy complicado salir.

Ayer perdió contra un gran Sevilla B, en el descuento y tras haber neutralizado por dos veces la ventaja visitante. La segunda, cuando moría el partido y en un gesto épico de Manuel que secundó todo el equipo. Pero, por si lo anterior fuese poco, encajó el primer gol tras haber reclamado estérilmente una caída en el área de Samir, con un tufo importante a penalti, que es posible que el árbitro no viese, pero su asistente fue un espectador de excepción de la jugada (m. 19). Ese mismo auxiliar tampoco consideró nada punible la segunda caída del canterano en la pintura visitante (m. 33), aunque esta vez con menos pinta de falta.

Cuando los equipos cambiaron de campo, no quiso ver como Kepa se acomodaba el balón con la mano antes de fusilar el 1-2 (m. 76) y tampoco como con esa misma extremidad se cortó un balón por parte de los visitantes en los prolegómenos del 2-3. Pero el trío arbitral no fue el único culpable de la derrota azulgrana. Ni siquiera el mal fario o el argumento del gafe que se manoseó en la sala de prensa. Fueron mil y un indicios de que el equipo almendralejense está tocado por una negra aureola que lo va a llevar al abismo salvo el aludido milagro del inicio.

El Sevilla B entró en el partido antes que el Extremadura y fue superior a su rival durante toda la primera parte. Empezó llevando las riendas del choque y plantándose, cual Pedro en casa propia, en el área local. Al Extremadura daba la impresión de que lo atenazaba el mismo miedo. Inauguró Alfaro, aprovechando un rechace de Toni y llegando solo en el segundo palo (m. 24), y pudieron sentenciar Moreno, en un globo desde campo propio que neutralizó sobre la raya Toni García (m. 26), y Kepa, en un tirazo desde fuera del área que lamió el palo. Al Extremadura, la primera contrariedad del choque, el penalti no pitado a Samir, lo hundió en la miseria y desapareció.

REACCION LOCAL Con una afición de sombrerazo detrás, el bloque local reaccionó hasta el empate de Samir en un tirazo (m. 67), pero un error de Cobos, y el acomodo manual citado, llevaron a Kepa al 1-2 (m. 76). Pero la salida de Manuel, que ya había revolucionado el partido hasta el empate, fue providencial para el 2-2 que firmó el gallego (m. 90).

Pareció que el partido finalizaba cuando una falta en mediocampo permitió que Antonio Moreno firmase la sentencia en el descuento (m. 93), ante tanta pasividad como desesperación. Y el Extremadura, al borde del precipicio y sin aparente solución.