Comienza una nueva etapa para la selección española, que al mando de Vicente del Bosque debe pasar página con respecto al histórico éxito logrado el pasado junio en Austria y estrenar una nueva singladura con el objetivo puesto en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010. Del Bosque, que ha tomado el testigo de Luis Aragonés en el banquillo, ha puesto el contador a cero y tendrá en el amistoso ante Dinamarca su bautismo de fuego.

Es un envite en el que no hay nada en juego, pero en el que los ojos estarán puestos en cómo se desenvuelve la Roja bajo la batuta de un nuevo técnico después del magnífico aspecto exhibido en tierras austríacas. Aragonés ha dejado el listón muy alto y Del Bosque ha optado, en principio, por el continuismo. Su primera lista de convocados así lo ha dejado entrever.

Del Bosque ha preferido, como es lógico, no tocar lo que ha funcionado casi a la perfección. Sólo ha añadido algunas dosis de juventud y no ha hecho caso a los que suspiraban por un retorno de Raúl González. El delantero no tiene sitio en un cuadro bien engrasado y con dos puntas, como Villa y Torres, en gran estado de forma.

ONCE SIMILAR Por eso, el nuevo estratega pondrá, probablemente, en liza, al mismo equipo que tocó el cielo en el estadio Ernst Happel de Viena el pasado 29 de junio, con la inclusión de David Villa, que no actuó ante los alemanes por lesión (en su lugar lo hizo Cesc), y de Raúl Albiol en sustitución del lesionado Marchena. El entrenador dará entrada a sus jóvenes valores durante el encuentro.

Por su parte, en las filas danesas, que han logrado en los últimos amistosos buenos resultados, la desazón es común entre los hinchas, muy escépticos en cuanto al devenir de su equipo recientemente.

El partido de esta noche será especial para el capitán danés, Jon Dahl Tomasson, que jugará su encuentro internacional número cien y, si marca, igualaría el récord de Poul Tist Nielsen de 51 goles, que se remonta a hace 83 años.