Conocido el hermoso estadio de Durban donde España debuta mañana en el Mundial ante Suiza, Vicente del Bosque ha comparecido ante los periodistas. Lo ha hecho con la serenidad que acostumbra. No se siente presionado por participar en su primer Mundial. Ni mucho menos.

"Estamos listos, estamos preparados", ha contado el seleccionador español, convencido de que sus jugadores están a la altura de lo que se espera de ellos. Estarán a la altura de una de las grandes favoritas del torneo. No ha querido Del Bosque anunciar si contará con Iniesta, que se ha entrenado esta tarde con normalidad bajo una tímida lluvia sobre el césped del estadio de Durban.

"Hoy se ha entrenado bien pero tenemos unas horas para hablar con los médicos y para hablar con él. Pensamos en mañana, pero también pensamos en el más lejos, en ir avanzando poco a poco en el torneo", ha declarado Del Bosque como si no quisiera correr riesgo alguno con el azulgrana, una pieza capital en la estructura de la selección española.

El clima de euforia

Sobre Suiza, Del Bosque se ha volcado en grandes elogios. No se fía del rival de mañana. Sabe que los estrenos en los Mundiales son complicados. "Tienen una buena organización de juego, con un entrenador ejemplar en muchos aspectos. Es más que una selección, es un buen equipo", ha comentado el seleccionador español, asumiendo que existe una corriente de euforia en torno a España.

"Es difícil abstraerse de lo que llega desde fuera. ¿Y qué llega? Pues un optimismo extraordinario. Parece como si España fuera a jugar la final directamente y no es así", ha alertado el técnico salmantino. "No estamos en la utopía de lo que piensa la gente, estamos en la realidad. Y la realidad es que el fútbol está muy equilibrado. Hay que enfrentarse a los retos con la humildad necesaria, eso es lo que hacen los buenos deportistas", ha dicho. Así, humilde, tranquila y serena, se asoma España a su debut en el Mundial.