A España no le sientan nada bien los amistosos. Cuando no hay nada en juego, la selección se destensa, pierde esa chispa que le hizo alcanzar la cima en la Eurocopa (2008) y el Mundial (2010). "No, no creo que haya una maldición de amistosos", dijo el técnico, aún sobre la hierba de Wembley, todavía con la voz rota, lamentando que España no supiera concretar su dominio sobre Inglaterra. "En la única ocasión que ha tenido el rival nos marcó el gol", se lamentó Vicente del Bosque.

"Hemos jugado bien a fútbol, tuvimos el control, pero nos faltó un poco de profundidad", admitió, eso sí, el seleccionador, preocupado porque la selección acorraló a Inglaterra en la primera mitad pero no chutó. "No tuvimos tanta llegada como en la segunda", reconoció el técnico. En la primera tuvo el balón, pero sin generar peligro. En la segunda llegó el tanto de Lampard, en una jugada a balón parado tras una falta lateral. "Hemos jugado bien contra un rival físicamente muy fuerte, manteniendo el esfuerzo hasta el final en un partido difícil por nuestro estilo de juego", reiteró el técnico. "No es una derrota triste, creo que el equipo ha dado lo que tenía", argumentó Del Bosque, quitando importancia a ese nuevo tropiezo contra un grande en un amistoso. Si es algo oficial, sea Eurocopa o Mundial, España no afloja. Pero cuando hay amistosos, la situación cambia radicalmente. "Ellos han estado muy replegados y han hecho su fútbol", dijo Del Bosque de la mísera pero victoriosa Inglaterra de Capello.