Pocos en Navalmoral pueden evitar ver a Vicente del Bosque, seleccionador nacional, como alguien simpático, entrañable y cercano. En el 2005 fue el padrino del Taller Ocupacional Apto cuando la concentración de los Jedes se desarrolló en la capital del Campo Arañuelo, a la que ayer volvió. Y lo hizo a través de videoconferencia para cerrar con su presencia las Primeras Olimpiadas Escolares.

250 alumnos de sexto de Primaria, de los cinco colegios moralos, participaron en esta actividad creada por el profesorado con el apoyo de la concejalía de Deportes. Tras competir en la Ciudad Deportiva en cinco disciplinas (natación, tenis, voleibol, atletismo y fútbol siete) cerraron la jornada en la Casa de la Cultura con el seleccionador a través de videoconferencia. Algo capaz de asombrar al más pintado, aunque no a estos niños y niñas de 11 y 12 años que ven los avances algo normal.

Del Bosque fue interrogado por los escolares, que llevaron bien preparadas sus preguntas. La mayor parte relacionadas con la selección. No faltó eso sí, alguna pregunta comprometida como cuando Julia, del colegio Campo Arañuelo, quiso saber si el fútbol estaba sobrevalorado. Vicente del Bosque antes de despedirse les deseó que "estudiéis mucho y hagáis mucho deporte pero ante todo seáis buenos chavales".

No hubo preguntas sobre la liga o la Champions, aunque el alcalde, Rafael Mateos, protagonizó la anécdota. Pidió que la deportividad incluyera que los aficionados del Madrid, entre los que reconoció estar, felicitasen a los del Barça. El incómodo silencio y ciertos reproches mostraron las preferencias de la joven audiencia.