Brasil está obligado a cometer un sacrilegio este jueves en Dortmund para despejar dudas en relación con su nada convincente comienzo en el Mundial de Alemania, y Zico, uno de sus hijos más preclaros, a hacer un milagro como director técnico de Japón en busca del pase a octavos. La mayoría de los jugadores de la selección brasileña tienen como ídolo e inspirador a Zico, el técnico de Japón que llega a la última jornada del grupo F con la necesidad de hacer casi un milagro: ganar a sus compatriotas y hacer fuerza para que un empate liquide el choque entre australianos y croatas.

El sacrilegio de los brasileños consistirá en derribar a punta de goles, y ojalá muchos goles para acallar a la inmensa crítica, las aspiraciones de Zico y sus pupilos. El exfutbolista continúa aferrado a la fe de que será posible derrotar a Brasil y, dependiendo del resultado del partido que en forma simultánea protagonizarán Croacia y Australia, sellar el visado para la segunda fase.

Además de confundir a la prensa en la elaboración de la formación titular, Carlos Alberto Parreira desató un alud de declaraciones de jugadores ansiosos de recibir una oportunidad en el equipo y de otros que no quieren perder la plaza pese al riesgo de recibir la segunda tarjeta amarilla. Cafú, Emerson, Ronaldo y Robinho han sido amonestados y el departamento médico no ha reportado casos de lesiones. Robinho encabeza la fila de suplentes con posibilidades de jugar, e incluso de hacerse con una plaza de titular. Como últimamente, Ronaldo está cuestionadísimo por todos.

AUSTRALIA-CROACIA Ambos conjuntos se jugarán un puesto en octavos si Japón no gana a Brasil. A los australianos les podría servir el empate incluso si los asiáticos no consiguen una improbable goleada ante Brasil. El delantero del Liverpool Harry Kewell podrá jugar, absuelto por la FIFA tras los presuntos insultos contra el colegiado alemán Markus Merk al final del partido ante Brasil. Menos ruido está haciendo en este Mundial Croacia, que necesita ganar para responder al fin a las expectativas.