Los Lakers llegarán hoy al segundo partido de la final del Oeste (03.00 horas, Canal +) frente a los Spurs con la moral por las nubes, mientras el técnico de San Antonio, Gregg Popovich, intenta encontrarle una explicación a la derrota de su equipo en el debut de la serie final del Oeste (89-85) que se inició el jueves en el Staples Center.

Kobe Bryant, con 27 puntos y 9 asistencias, y Pau Gasol, con 19 puntos y 7 rebotes, tuvieron mucho que ver en el milagro de remontar 20 puntos (45-65) mediado el tercer cuarto y llevarse la victoria. Los 19.000 espectadores que asistieron al partido pueden acreditarlo. El equipo californiano, que tiene ventaja de campo en esta serie, estaba medio muerto. Y resucitó.

Gasol también estuvo en la carga de los Lakers. Superado durante muchos minutos por Tim Duncan, que acabó con unos números de estrella (30 puntos, 18 rebotes), el español sacó lo mejor de sí mismo cuando se vio contra las cuerdas, y apretó los dientes en defensa, empezó a intimidar con sus largos brazos, a taponar y a conectar con Bryant, hasta lograr que los Spurs se colapsaran. En 16 minutos solo anotaron 5 de sus 25 tiros, sufrieron 7 tapones y encajaron un parcial de 40-16 que fue letal. "Ganar un partido así es muy grande", apuntó Gasol.