PONTEVEDRA: Edu; Adrián, Pablo (Tomás, min. 81), Capi, Verdú; Kevin, Queijeiro; Jandrín (Anxo, min. 81), Jacobo, Pedro (Carnero, minuto 46); Borjas.

CACEREÑO: Vargas; Rubén Palero, Mansilla, Gonzalo, Toni; Aarón, David Cuerva; Antonio Amaro, Leo Ramírez (Ale, minuto 87), Kofi (Zubi, min. 74); Carlos Valverde.

ARBITRO: González Hernández, colegio castellano-leonés. Mostró tarjeta amarilla a Verdú, Jacobo y Borjas por los locales; y a los jugadores del Cacereño Palero, Toni, Aarón y Zubi.

INCIDENCIAS: Mucho frío y lluvia en el desarrollo del choque. En el Cacereño debutó Zubi.

El Cacereño arañó un valioso punto de su visita a Pasarón (0-0), pero acumula ya cinco jornadas sin ganar. De todas maneras, el empate puede considerarse bueno, ya que se hacía ante el cuarto clasificado en la tabla. En los de Angel Marcos, debutó Zubi, el último fichaje.

Las condiciones climatológicas condicionaron el desarrollo de todo el partido. No paró de llover en ningún momento y eso impidió que se pudiera ver mucho fútbol. El estado en que se encontraba el terreno de juego tampoco ayudó, aunque desde luego que estaba bastante mejor que del Príncipe Felipe. El agua caída creó charcos sobre el campo y el juego directo se convirtió así en el arma principal de ambos equipos, que tuvieron que improvisar sobre la marcha.

Con ese panorama, sin embargo, se encontró mucho más cómodo el Pontevedra, que ganó en intensidad al Cacereño y llevó al menos algo de peligro sobre la portería de Vargas. Los de Angel Marcos estuvieron bastante contundentes y consiguieron así dejar ligeramente renqueantes a los locales Jacobo y Kevin, fruto de dos duras entradas.

Jacobo, cuando se cumplían los cinco primeros minutos de juego, protagonizó la primera acción peligrosa del choque en un saque de esquina que el equipo granate sacó en corto y se envenenó tras rebotar en la defensa cacereña. Vargas, no obstante, anduvo espabilado y evitó males mayores saliendo a por el balón. La réplica del Cacereño corrió a cargo de Carlos Valverde en un disparo lejano que, sin embargo, no encontró puerta.

El partido entró entonces en una fase de sopor que duró hasta el último cuarto de hora de la primera parte. Durante ese periodo llevó la voz cantante el Pontevedra, pero sin llegar a generar ninguna ocasión clara ante la meta de un Vargas que se convirtió en un espectador más.

En los últimos minutos del primer acto se animó la cosa, sobre todo gracias al atrevimiento de Jacobo en banda izquierda. El centrocampista granate trajo de cabeza a la zaga del Cacereño en ese tramo y de sus botas nació la ocasión más peligrosa de toda la primera parte: un centro raso, cuyo remate de Borjas salió rozando el palo.

Tras el paso por vestuarios Lusito se vio obligado a realizar su primer cambio a causa de unos problemas de Pedro y se la jugó introduciendo a un delantero como Carnero. La jugada le salió redonda durante un tiempo, pero conforme pasaron los minutos el equipo granate se desinfló, fruto del esfuerzo realizado previamente.

Aprovechó entonces el Cacereño para subirse a las barbas granates, pero le faltaron ideas y claridad a la hora de dar el último pase. En tres cuartos de campo murieron todos los avances de los de Angel Marcos.

El técnico movió fichas a falta de un cuarto de hora para el final e introdujo a Zubi, que debutaba, por Kofi. Antes, el Pontevedra pudo abrir la lata tras un pase a la espalda de la zaga cacereña que Verdú no supo materializar el gol. El balón era difícil de controlar y optó por la volea, pero se le fue alta.

La respuesta de Cacereño llegó a través de Amaro en una jugada por la izquierda, pero el jugador del Cacereño remató forzado a las manos de Edu.

Acabaría el conjunto de Angel Marcos pidiendo la hora ante un Pontevedra volcado que, sin embargo, no obtuvo recompensa a sus esfuerzos.