Emirates Airlines, con sede en Dubái, es el santo y seña del país. Está presente en casi todos los deportes (tenis, golf, rugby, etcétera). Va con el equipo de Nueva Zelanda de la Copa América de vela, en la escudería McLaren de F-1, en las carreras de caballos de la Breeder´s Cup de EEUU y en los clubs de fútbol del París Saint-Germain, Hamburgo, Milan y Arsenal. En el club londinense ha batido todos los récords: por un valor de 123,5 millones de euros tiene los derechos del nombre para el nuevo estadio del club, valorado en 441 millones de euros. Durante los próximos 15 años, el estadio se llamará Emirates. Además, es patrocinador oficial de la FIFA desde el 2007 al 2014 por 136,8 millones de euros.

Pero hay más. La compañía aérea Etihad Airways ha entrado en el equipo de F-1 Spyker, igual que la inmobiliaria Aldar, además de patrocinar el prestigioso club inglés de rugbi Harlequins y poner su logo en los partidos del Chelsea en Stamford Bridge; la sociedad Qatar Racing & Equestrian esponsoriza la carrera hípica del Arco de Triunfo de París y, con esa cantidad, ha hecho que sea la prueba mejor pagada del mundo sobre hierba (4 millones de euros); Ferrari promociona a Mubadala, un hólding perteneciente al Gobierno de Abu Dabi, que posee el 5% de la participación del fabricante italiano. La Mumtalakat Holding Company, del príncipe heredero de Bahrein, posee otro 30% de la escudería McLaren-Mercedes.