Sabe bien Jenson Button que el valor del título mundial que tiene en el bolsillo se depreciará si no es capaz de ganar en Mónaco. "Necesito un pilotaje más agresivo, que los muros no me intimiden", se repetía una y otra vez desde hace días para mejorar sus discretas actuaciones en sus nueve participaciones en el GP de Mónaco (14.00 horas, La Sexta). Pleno de confianza, rebosante de motivación, completó una impecable calificación al volante del Brawn. Se adjudicó la pole con solo 20 milésimas de ventaja sobre el Ferrari de Kimi Raikkonen y una décima frente a su compañero Rubens Barrichello (ayer cumplió 37 años), al que ha batido en las seis calificaciones disputadas este año: 6-0.

OBLIGACION DE GANAR Es la primera pole de Button en Mónaco, donde reside desde el 2000, donde tiene atracado su barco, el Little Missy, al que dirigió su dedo índice para dedicar el primer puesto a su novia, la modelo japonesa Jessica Michibata. Button ha dado el primer paso para inscribir su nombre en el palmarés del Principado. Solo contadas sorpresas han salpicado muy de vez en cuando un historial con el nombre de los mejores. Alain Prost y Ayrton Senna se repartieron todas las victorias entre 1984 y 1993. Después llegó el reinado de Michael Schumacher, con cinco triunfos, y las cuatro últimas victorias reposan en las vitrinas de los tres campeones del mundo en activo: Kimi Raikkonen (2005), Fernando Alonso (2006 y 2007) y Lewis Hamilton (2008). De los tres, solo el finlandés tiene posibilidades reales de repetir. Kimi es casi la única amenaza de Button.

Hamilton arrastró su McLaren y su orgullo contra el muro de Mirabeau en la primera manga y tuvo que reemplazar la caja de cambios. Lo de menos es su último puesto de la parrilla, muy lejos del séptimo de su compañero Heikki Kovalainen. Lo peor es la mancha en su historial. Golpeó con rabia la valla con su puño y no se quitó el casco hasta llegar al box para no dejar al descubierto su gran decepción.

EL CAMPEON, ULTIMO "Mi pilotaje ha sido una vergüenza para este equipo. Lo siento por ellos", dijo hundido el campeón inglés. Chocar en la calificación de Mónaco es un lunar en el expediente de cualquiera, mucho más en un campeón, pero, a cambio, los espectadores en la carrera disfrutarán de su agresivo pilotaje intentado ganar posiciones, como ya ha hecho en otras ocasiones, una táctica que por regla general le ha salido bien, aunque el trazado de Mónaco es muy singular y totalmente distinto a los demás y lograr un adelantamiento es prácticamente un milagro.

Tampoco Fernando Alonso está en condiciones de repetir triunfo a no ser que un golpe de suerte con el coche de seguridad --en los últimos nueve años ha entrado siete veces-- le catapulte a los primeros puestos. Fue noveno en las tres mangas. "Creo que lo hemos hecho bien. Hemos ido justos en la Q2 con la novena plaza, y también en la Q3, con el mismo puesto. Noveno, igual que en las últimas carreras. Realmente no pudimos hacer más", se resignó.

Entre las sorpresas negativas también está Toyota, que marcha en tercera posición en el mundial. En Bahrein el italiano Jarno Trulli logró la pole y pudo haber logrado la victoria, pero en Barcelona hace dos semana ya no pudo repetir los resultados anteriores y ayer en Mónaco han ocupado los dos últimos puestos en la primera eliminatoria.