Día de cruce de declaraciones en torno al estadio Príncipe Felipe, horas después de que este diario desvelara que el Cacereño-Melilla de Liga del próximo domingo se jugará finalmente en el Municipal de Miajadas, aunque puede que no sea el único encuentro que sea trasladado fuera de la ciudad si, como pide el club de fútbol, no se garantiza la seguridad tras la caída de una de las torretas de iluminación, entre otros desperfectos de un estadio muy deteriorado.

La alcaldesa, Elena Nevado, fue diáfana: "este ayuntamiento no puede comprar el campo, que es la pretensión que tienen los actuales propietarios", pero también el consejero delegado del Cacereño, Antonio Martínez Doblas, habló claro y amagó asegurando que, si no se garantiza la seguridad de los espectadores del recinto en el futuro, "no volveremos a jugar allí".

La condición que ha puesto sobre la mesa el empresario para cambiar de idea, según apuntó ayer, es que se garantice la seguridad: "si ella firma que se hace responsable si ocurre una desgracia, jugamos ahí". Esto, al menos de momento, no va a ocurrir, pese a las reuniones mantenidas en los últimos días con el concejal de Deportes, Pedro Muriel, "en buena armonía", según Doblas, por lo que cabe la posibilidad de que el Cacereño siga disputando sus partidos fuera de su estadio durante más tiempo.

USO COMERCIAL Nevado explicó sus razones para no ceder. "El estadio es privado. Si se hubiera caído el muro de la terraza de mi casa, nadie entendería que yo pidiera al ayuntamiento que me lo levantara", ejemplificó Nevado en declaraciones a este periódico, para incidir después: "el estadio es una propiedad privada que vale mucho dinero, porque la parcela tiene incluso uso comercial, tiene unos propietarios, que es una sociedad anónima deportiva, que sirve a los empresarios para cuadrar sus impuestos, que no se nos olvide".

La alcaldesa dijo estar con el Cacereño "a muerte" y recordó que "todo el mundo en esta ciudad sabe que yo soy una aficionada del club, no de ahora, sino desde niña. Somos socios del Cacereño, mi marido tiene su abono de temporada y esa es la forma de colaborar que hay, como aficionados, siendo socios, apoyando al club y abonando las cuotas de socio, que es como se levanta un club".

Nevado agregó: "son propietarios y los propietarios tienen que mantener sus propiedades. Desde luego este ayuntamiento no puede comprar el campo, que es la pretensión de los actuales propietarios", dijo, para añadir: "en primer lugar porque nuestro margen de maniobra en inversiones es desafortunadamente mínimo en las circunstancias actuales, porque por decreto no podemos invertir ni comprar nada con los remanentes de tesorería que arrastramos".

La edil cacereña insistió en sus declaraciones. "Me gustaría ayudar al club y me encantaría que el estadio pudiera ser municipal, pero la realidad se impone y nos dice que, hoy por hoy, ese club es una sociedad anónima, pero los cacereños queremos seguir disfrutando del fútbol y son los directivos los que tienen que hacer lo posible por gestionar bien sus sociedades".

IMPOSIBILIDAD Mientras tanto, Martínez Doblas, que dijo no querer alimentar la polémica y centrarse en "ganar el partido" ante el Melilla, aseguró que en el Príncipe Felipe "no se puede jugar. Yo no me puedo hacer responsable de que pase algo y no volveremos a jugar allí", dijo.

"El Cacereño es un sesntimiento y yo el único tonto que compró las acciones para poner mi granito de arena en hacer un equipo que pasee el nombre de Cáceres con orgullo", añadió el empresario segedano.

Mientras tanto, el club prepara estos días el encuentro del domingo ante el Melilla a todos los niveles: aún anoche, no había información oficial sobre si se fletarían autobuses, aunque salvo sorpresa de última hora así será.

Se prevé que el equipo esté arropado por muchos aficionados verdes en su empeño en seguir sumando, muchos de los cuales se vieron ayer muy sorprendidos por la noticia.