Victoria del Cacereño en el derbi de proximidad frente al Arroyo (2-1). Un inicio de partido mucho más enchufado le dio al conjunto de Julio Cobos tres puntos que le servirán para poder mirar hacia arriba en la clasificación. Al de Juan Marrero le faltó algo de fortuna en los momentos claves.

El Cacereño empezó con mucha fuerza, pleno de concentración. A los dos minutos, Esteve ya había tenido una oportunidad clarísima delante de la portería de Saavedra, pero no supo resolver. Sí lo hizo, aunque a trompicones, el defensa Juli Ferrer en el 7. Un saque de esquina botado magistralmente por Santi Amaro acabó en los pies del defensa, que acertó a marcar el 1-0 entre una maraña de piernas.

El tanto dejó noqueado al Arroyo, que poco a poco fue estirándose. Un disparo de Iban Espadas que se fue por encima del larguero fue el aviso de lo que ocurriría poco después: Palero vio la segunda amarilla en un riguroso penalti señalado por el árbitro. Era el minuto 20 y Toni tenía la oportunidad de empatar, pero lanzó muy mal y el balón se marchó muy alto.

El Cacereño recompuso su defensa, situando a Juli Ferrer en la derecha y a Checa en el centro, y se dedicó a contemporizar. Y le dio un golpe importante al partido en una buena jugada por la derecha de Esteve, cuyo centro-chut se estrelló suavemente en el palo. Sin embargo, esperaba el rechace Matías Saad para poner el 2-0 (min. 37).

Toni reclamó poco después un penalti, esta vez más claro, pero la única respuesta que encontró fue una amonestación por tirarse supuestamente. Así se llegó al descanso.

Segunda parte

La idea de los locales era dejar que pasasen los minutos más rápidamente posible, que el balón estuviese el mayor tiempo posible en el centro del campo. Cobos introdujo a Elías y Jaraíz con la idea de fortalecer su zona defensiva, mientras que el Arroyo dio entrada a Alfaro.

Toni no tuvo una buena mañana. En el minuto 75 tuvo otra gran ocasión, pero no acertó. Fue el preludio de lo ocurrido en el 77, cuando Alfaro recogió un rechace dentro del área y marcó, metiéndole mucha presión a los verdes.

Fundido físicamente, al CPC solo le quedaba aguantar como fuese el 2-1 y entró en una dinámica de constantes pérdidas de tiempo que le acabó saliendo bien. De nuevo Toni no acertó en una vaselina, pero no era el día del Arroyo y sus 300 aficionados que se desplazaron al Príncipe Felipe.