El Cacereño busca ya fórmulas rápidas y económicas que le permitan volver al Príncipe Felipe en las condiciones más ventajosas posibles. La dificultad principal radica en que el terreno de juego está actualmente prácticamente seco, por lo que necesitaría una operación para la cual se están estudiando cuestiones fundamentales como la viabilidad y la celeridad.

El objetivo es poder jugar en el recinto el derbi ante el Arroyo, dentro de dos fines de semana, aunque si no se llegara por imposibilidad temporal se podría negociar con el club extremeño el cambio de escenario.

La mayoría de los seguidores del Cacereño se congratularon por la confirmación de la noticia ofrecida ayer por este diario: se acabó la época de jugar en El Cuartillo, dados los problemas generados con la propia afición y el equipo, que en tres encuentros disputados en el recinto de la Diputación no ha podido conseguir uno solo de los nueve puntos que se ponían en liza.

El consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, ha sido quien ha tomado la decisión, trasladada al resto de su junta directiva, que se reunió anoche para tratar el asunto.

Sobre la mesa hay mucho por hacer, aunque algunas gestiones ya han comenzado. El club estudia cómo conseguir resembrar un césped ahora inexistente (como demuestra la imagen que ofrece hoy este diario). Para ello se piensa incluso en contratar los servicios de una empresa que lo pueda poner en tiempo récord, aunque será bastante complicado que el objetivo se pueda llevar a feliz término.

¿Cómo se costeará la operación? Como suele ocurrir en este club en los últimos años, con el dinero del empresario segedano a través de un crédito, en principio. Doblas, que ayer alabó la predisposición de la Diputación por haber cedido El Cuartillo, dijo que con ese esfuerzo "llegaremos a donde podamos llegar. Si podemos arreglarlo lo haremos y si no podemos tener equipo el año que viene o en Navidad no lo tendremos", dijo taxativamente, ensalzando a los incondicionales del club y el respeto que profesa a todos ellos.

NO HAY VUELTA Todavía hay mucho por hacer, advierten desde el club. El nuevo traslado llevará aparejado mucho trabajo y gestiones a distinto nivel. Incluso, si no se puede llegar a tiempo para el derbi, habría que pensar en otro campo. Lo que sí se tiene claro es que la decisión es firme, que se volverá al estadio Príncipe Felipe y que, salvo sorpresa, no se retornará a El Cuartillo.

No se podrá jugar en césped artificial, con lo que están descartados Pinilla o los campos de localidades limítrofes como Sierra de Fuentes o Malpartida.

El mantenimiento del estadio del Cacereño, recordó ayer Martínez Doblas, supondrá para el club verde alrededor de 200.000 euros, otra cantidad a sumar para un club que aún tiene subvenciones pendientes por recibir de este año, además de firmar convenios con instituciones. Precisamente el consejero delegado había advertido que dejar el Príncipe Felipe le había liberado para hacer un equipo más competitivo esta temporada, en la que el objetivo es luchar por la zona de vanguardia.

"El Cacereño es un sentimiento", ha insistido Doblas, quien espera que todos los sectores implicados en el club alcancen una paz social que permita redondear una buena temporada. Sin embargo, advierte sobre las condiciones en las que se va a desenvolver en los próximos meses, que sin duda serán difíciles de asumir para la entidad.