CACEREÑO - 1: Vargas, Ale, Mansilla, Palero (min. 81, Beato), Toni; Leo Ramírez, David Cuerva, Antonio Amaro, Kofi (min. 71, Gállego), Martins y Carlos Valverde.

IZARRA - 2: Aitor Navarro, Eneko, Alex Cacho, Briñol, Prendes (min. 71, Cabrera), Maestresalas, Eguaras, Yoel, Iván Garrido, Almagro (min. 54, Hinojosa) y Galán (min. 73, Pito).

GOLES: 0-1-Min. 27: Iván Garrido. 0-2-Min. 72: Galán. 1-1-Min. 85: Antonio Amaro.

ARBITRO: Holgueras Castellano (Comité Castellano-Leonés). Tarjetas amarillas a los locales Mansilla y Leo Ramírez y a los visitantes Aitor Navarro, Briñol y Yoel.

En un encuentro nítido de dominio, posesión y hasta por momentos de óptimo juego, el Cacereño perdió su condición de invicto en casa justamente en el final de la primera vuelta, en el momento más inapropiado y cuando mejores prestaciones ha demostrado. Lo hizo (1-2) ante el Izarra en un desdichado duelo, en el que fue siempre superior a los navarros y en el que pagó carísimo sus fallos, los propios y los de su infame campo.

El fútbol es tan grandioso por contradicciones como la de ayer. ¿Cómo puede perder tres puntos un equipo tan superior a otro, que apenas se ha acercado a tu portería en 90 minutos? La explicación, diáfana: un tiro sin fuerza del visitante Iván Garrido se le escurrió a Vargas entre las manos y el mal bote -ay, el césped-- y el 0-1 ya estaba ahí, en el minuto 27, cuando el CPC lo había hecho todo, menos marcar, en ese tiempo. Ese fue el germen. De ahí en adelante, pura desgracia competitiva.

El Izarra, pese a su buena clasificación el conjunto más flojo de los que han visitado el Príncipe Felipe en mucho tiempo --al menos esta temporada-- se atrincheró detrás de su muralla y lanzó algunas contras. Solamente hizo eso. Le bastó para lograr su objetivo. Enorme mérito.

Marcos dispuso el '11' que tenía a mano con un matiz. No hay más. Solamente con Pablo Gállego en el banquillo de entre los futbolistas del primer equipo ante el caudal de bajas por sanciones (Aarón, Mejías y Gonzalo) y despedidas (Alvaro Ocaña). Pero debería haber bastado para vencer. Aparte del accidente de ayer, el mal de fondo está mucho más allá: de momento el club no podrá firmar jugadores a no ser que solucione su problema con la federación española.

En su contra, el Cacereño mostró su versión menos vertical para un equipo resolutivo como local. Kofi y Valverde tuvieron las dos únicas oportunidades nítidas en el primer tiempo ante la nutridísima defensa del Izarra.

El Cacereño trianguló y trianguló con Leo Ramírez, David Cuerva y Antonio Amaro hasta aburrir al rival. Y el juego de bandas también funcionó con los laterales Ale y Toni --proverbial el partido del zurdo sevillano-- pero sin que los sucesivos centros al área encontraran rematador. No hay '9' nítido.

En el segundo acto, siguió el dominio local. La mejor posibilidad la tuvo Martins, que remató en plancha y escorado un centro desde la izquierda y el portero sacó la bola puede que incluso de dentro de la portería. El rechace tampoco lo transformó en gol, increíblemente, Amaro.

Justamente después, en pleno asedio local, un mal saque de banda dio opción a una buena combinación navarra culminada con destreza y con la testa por Galán (0-2, min. 72).

Remó el Cacereño en busca de la esperanza, encontrándola en el tanto de Amaro (m. 85). Aún había tiempo, al menos para rascar un punto, pero ayer no era el día. Era el partido del revés. Amaro, Mansilla, el entusiasta juvenil Beato... todos lo intentaron, pero no hubo solución. Este partido estaba para perderse.