Claro ejemplo de lo que se avecina en el grupo XIV de Tercera División es el Cacereño, un club con más de ochenta años de historia y con un presente lleno de miserias. Clásico equipo ´ascensor´ entre la Segunda División B y la Tercera, el club que preside Félix Campo sigue sin ningún interés por un proyecto deportivo ambicioso y se debate últimamente --excepción hecha de esta temporada, aunque con mal resultado en la fase de ascenso-- en posiciones indignas para un club con sus posibilidades. Campo no quiere vender la entidad, pero tampoco apuesta por ella. La temporada venidera apunta a ´más de lo mismo´ de no ser por la ilusión y optimismo que transmite el nuevo técnico, Fran Nacarino, que cuenta ya con una mayor experiencia tras su paso por el Amanecer y el Moraleja. Por el momento y con más de media plantilla ya en otro destino, se tantea a exjugadores de la casa --Tomás, Fran Díaz, Toni, Tomás, Alex Acero-- con ofertas no excesivamente llamativas. Además, el director deportivo del club verde, Pedro Rossi, sondea en los mercados que habitualmente maneja --sudamericanos con pasaporte europeo--, para encontrar las piezas necesarias para poner en práctica sus ideas futbolísticas.